Abel G.M.
Periodista especializado en historia y paleontología
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Incluso en tiempos de guerra, los londinenses de a pie intentaban llevar una vida normal en la medida de lo posible. En verano de 1941, dando por terminada la amenaza de bombardeos por parte de la aviación alemana, los habitantes de la ciudad podían volver a disfrutar de un día de vacaciones tranquilo y, además, el fin de los ataques significaba el retorno de muchos niños que habían sido evacuados al campo y habían pasado meses alejados de sus padres. En la foto, muchos de ellos pasan un día festivo con sus padres en el Zoo de Londres, cuyo camello era una gran atracción para los pequeños.
La llamada Batalla de Inglaterra se desarrolló entre julio de 1940 y mayo de 1941 y tuvo lugar en los cielos de Gran Bretaña, cuando la Royal Air Force tuvo que defender la isla de los ataques de la Luftwaffe, la aviación alemana. Puesto que los ataques se concentraban sobre los centros urbanos, muchas familias de ciudad optaron por enviar a sus hijos con parientes o amigos que vivían en el campo, donde confiaban en que estarían más seguros. El fin de los ataques permitió a los niños volver a una cierta normalidad, aunque las autoridades seguían intranquilas por el miedo a que una nueva campaña de bombardeos pudiera dar comienzo.