La URSS en Afganistán

AP 8001070922

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Foto: AP images

A lo largo de todo el siglo XX, los distintos gobiernos al frente de Afganistán habían mantenido relaciones diplomáticas con la URSS. Sin embargo, tras dos años de gobierno comunista y a raíz de las continuas crisis internas del país en 1978 y 1979, el recientemente ascendido presidente Amín empezó una política de acercamiento a Estados Unidos. La lógica de la todavía vigente Guerra fría se puso en marcha, y la URSS invadió el país en diciembre de 1979 para defender sus intereses geopolíticos en el territorio. En la imagen se puede ver dos tanques soviéticos apostados en las colinas nevadas cerca de Kabul el 7 de enero de 1980; eran parte de los casi 1.800 que pocos días antes habían entrado en Afganistán. La resistencia anticomunista afgana no tardó en organizarse, recibiendo una nada despreciable ayuda militar de EE.UU., quien también velaba por sus propios intereses: la guerra había empezado. Aunque en 1989 Gorbachov ordenó la retirada de las tropas rusas, —muchos bautizaron el episodio como 'el Vietnam de la URSS' por el enorme desgaste de medios— el conflicto estaba muy lejos de resolverse y Afganistán se vio inmerso en su propia guerra. En 1996, los talibanes llegaron al poder, en el que se mantuvieron hasta que llegó una nueva invasión extranjera en 2001, ahora por parte de EE.UU.