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La República de Weimar se proclamó en Alemania en 1918. Con ella se dejaba atrás la monarquía y se inauguraba un periodo democrático marcado por una grave crisis económica provocada por la derrota en la Primera Guerra Mundial (1914-1918) y por una fuerte inestabilidad política. Se considera que la República estuvo vigente desde 1918 hasta 1933, pues durante estos años se produjo el ascenso de Hitler. El partido nacionalsocialista cada vez recababa más éxitos electorales, pero no fueron suficientes hasta las elecciones de marzo de 1933. Durante los días previos se prohibieron manifestaciones de los otros partidos y se llevó a cabo una dura campaña de desprestigio de los partidos opositores, incluyendo el incidente del incendio del Reichstag. Hitler consiguió la victoria, aunque tuvo que aliarse con otras fuerzas para promulgar la Ley habilitante, según la cual todos los poderes del Reichstag pasaban al Canciller. El inmovilismo de Hindenburg, presidente de la República con quien vemos a Hitler pasear en coche en esta imagen de 1933, permitió que el Führer acumulara todo el poder en su figura, inaugurando una época sombría en la historia de Alemania.