Última etapa de la guerra

AP 3803180185

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Foto: AP images

Algunas calles del centro de Barcelona mostraban este nivel de destrucción en marzo de 1938. A pesar de que los ataques se fueron intensificando a medida que avanzaba el conflicto, la ciudad todavía resistió casi un año al asedio de los bombardeos a los que fue sometida desde el inicio de la Guerra Civil española (1936-1939). Esta imagen tomada el 18 de marzo de 1938 en la que todavía se puede ver el humo de las explosiones recientes muestra cómo la población convivía con un contexto de guerra total; a diario veían como los edificios eran destruidos, los tranvías alcanzados en mitad de su trayecto, los muertos aumentaban y la ciudad se convertía en pura ruina a medida que pasaban los días. A esas alturas y aunque era difícil establecer un número exacto, se habían contabilizado un total de 1.300 muertos y más de 2.000 heridos. La debacle en la Batalla del Ebro a finales de noviembre de 1938 junto con las posteriores derrotas en Tarragona y el frente del Segre permitieron al general Yagüe entrar en Barcelona el 26 de enero de 1939 sin resistencia alguna.