El trauma de los bebés

Aunque pueda parecer que se trata de una imagen idílica, esta fotografía esconde un lado oscuro. Las ciudades que sufrían los destructores bombardeos de uno y otro bando durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) vivían muy de cerca las trágicas consecuencias cuyo dato más simbólico eran las víctimas mortales que dejaban entre la población civil. Sin embargo, entre los supervivientes, uno de los grupos más afectados eran los bebés. Sus vidas, a menudo, se veían afectadas por los traumas creados a raíz de las explosiones. Por ello, el gobierno británico habilitó un servicio especial que costeaba con fondos públicos destinado a estas víctimas. Los bebés de las áreas bombardeadas que sufren las secuelas de la guerra aérea se recuperaban en una tranquila guardería rural, lejos de las explosiones y las bombas. Las enfermeras mantenían sus mentes constantemente ocupadas con juegos estimulantes y ejercicios simples pero efectivos para calmar sus nervios, que en muchas ocasiones se encontraban destrozados. La imagen fue tomada en las afueras de Londres en febrero de 1941, pocos meses después del final de la batalla de Inglaterra (julio-octubre 1940).