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Resulta muy chocante, pero durante mucho tiempo las sillas eléctricas de algunas cárceles estadounidenses recibían una especie de apodo «cariñoso»: Old Sparky, literalmente 'Vieja chispeante'. La prisión de Sing Sing, inaugurada en Nueva York en 1826, contaba con una de ellas, que empezó a usarse en el centro a finales del siglo XIX. Hasta entonces, los presos eran ejecutados en la horca, por lo que se planteó la idea de introducir una manera de aplicar las sentencias de muerte más rápida y menos dolorosa. Así, llegó la Old Sparky a Sing Sing, y a partir de 1914 todas las ejecuciones del estado de Nueva York se aplicaron mediante esa máquina. En esta impactante imagen se puede ver a un preso de principios del siglo XX mientras era preparado para su inminente ejecución. Aunque la última pena de muerte se ejecutó en 1963, no fue hasta 2004 cuando se abolió definitivamente este práctica en Nueva York. con lo que las Old Sparky quedaron por fin obsoletas.