'¡Quieto todo el mundo!'

golpe estado tejero

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Foto: Cordon Press

A penas hacía cinco años que España había estrenado su democracia cuando, un frío lunes de febrero de 1981 a las 18h de la tarde, se estaba llevando a cabo la votación para la investidura de Leopoldo Calvo-Sotelo como presidente del Gobierno. De repente, a las 18h y pocos minutos, un grupo de 200 guardias civiles armados y vestidos de uniforme irrumpió en el Congreso de los Diputados con el teniente coronel de la Guardia Civil Antonio Tejero al frente al grito de ¡quieto todo el mundo! En la imagen se le puede ver ese 23 de febrero, pocos segundos después de entrar, con algunos de los diputados agachados, pues tras el ruido de los disparos al techo del hemiciclo se hizo palpable el miedo. A partir de entonces empezaron las llamadas a los generales del ejército para intentar que dieran su apoyo al incipiente golpe de estado. Sin embargo, el paso de las horas confirmó la ausencia de ese apoyo, y de madrugada, apareció el rey Juan Carlos I mostrando su rechazo al golpe. Después de toda la noche en vilo, a primera hora de la mañana Tejero firmó su rendición y el intento de golpe de estado quedó como un símbolo de la débil democracia española y de una compleja transición que comenzaba tras casi 40 años de dictadura franquista.