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La década de 1960 fueron unos años clave para los activistas del movimiento por los Derechos Civiles en Estados Unidos. En 1955 se inició un empujón clave gracias al gesto de Rosa Parks al no ceder su asiento del bus a una persona blanca, y desde ahí parece que ya no hubo marcha atrás. Empezaron a despuntar muchos líderes negros, entre ellos Malcolm X o Martin Luther King, quien en 1963 daría uno de los discursos más recordados durante la Marcha sobre Washington. Con el ascenso de Kennedy al frente del país en 1961, el presidente prometió la aprobación de la Ley de los Derechos Civiles, un proyecto que quedó truncado en noviembre de 1963 debido a su asesinato. Sin embargo, su sucesor, Lindon B. Johnson, se propuso como objetivo la promulgación de dicha ley como homenaje al presidente fallecido. Así, la llamada Civil Rights Act fue aprobada en 1964 a pesar de la oposición de los demócratas de los estados sureños, y supuso un antes y un después en el camino hacia la eliminación de la discriminación de las personas racializadas en Estados Unidos. En esta imagen tomada en junio de 1963 se puede ver a un trabajador y activista haciendo una demostración sobre cómo proteger las partes vitales del cuerpo en el caso de ser atacados durante una manifestación pro derechos civiles en Jackson, Misisipi, uno de los estados más hostiles contra la ley.