Abel G.M.
Periodista especializado en historia y paleontología
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Entre el 2 y el 4 de mayo de 1946, la famosa prisión de Alcatraz en San Francisco fue el escenario de uno de los intentos de fuga más violentos que tuvieron lugar en este centro penitenciario, y que se saldó con la muerte de dos guardias de la prisión y tres prisioneros, junto con otros dos que fueron condenados a muerte por su participación.
La huida fue planeada por Bernard Coy, un prisionero que cumplía una condena de 25 años por robo con armas de fuego. Después de observar algunos fallos de seguridad y trazar una ruta de escape, reclutó a otros tres internos y elaboraron un plan para escapar.
El 2 de mayo, mientras un guardia registraba a uno de los internos involucrados en el plan, Coy lo atacó por detrás y lo dejó inconsciente. Los dos prisioneros liberaron a sus colaboradores y a otro convicto y se hicieron con armas del depósito de la prisión. Su plan era usar a los guardias como rehenes para abrirse paso hacia el muelle de la isla de Alcatraz y tomar una lancha hacia la costa.
Pero al saltar la alarma de la prisión, se produjo un enfrentamiento en el que murió un guardia de seguridad. Los convictos, acorralados y nerviosos, acabaron por disparar contra sus rehenes, matando a uno de ellos. El plan había fracasado.
Horas más tarde, los marines desembarcaron en la isla y exigieron a los convictos que se rindieran, pero ellos se negaron y se desencadenó un tiroteo en el que murieron Coy y otros dos presos. Los dos supervivientes fueron condenados a muerte y ejecutados en 1948 por su participación en el intento de fuga.