Abel G.M.
Periodista especializado en historia y paleontología
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Es una de las imágenes más representativas de la era atómica: la enorme columna alzándose del mar en las aguas del atolón de Bikini. La Operación Crossroads, llevada a cabo por Estados Unidos, se desarrolló en 1946 y tenía como objetivo investigar los efectos de las armas nucleares en los buques de guerra.
El programa fue suspendido por los evidentes peligros para el medio ambiente y para los humanos: los arrecifes mostraban niveles altísimos de radiación y los habitantes nativos de las islas fueron expulsados por el gran riesgo que suponía para su salud y por la contaminación de los peces. Las pruebas fueron muy criticadas por la comunidad científica y la Operación Crossroads fue calificada como “el primer desastre nuclear del mundo”.
Hoy en día, el atolón sigue deshabitado y la vida autosuficiente en él es imposible, ya que el agua subterránea y los peces siguen contaminados. El arrecife, al margen de la radiación, se ha recuperado y atrae a algunos buceadores, que buscan sobre todo la experiencia de explorar los barcos hundidos durante las pruebas.