Mascotas en el ejército

Un grupo de marineros británicos aguarda mientras su oficial, la teniente Lady, pasa revista. Todos parecen contentos y no es para menos: es octubre de 1945 y acaban de llegar al puerto de Nueva York desde Okinawa, apenas concluida la Guerra del Pacífico. Pero esta última revisión antes de la llegada es distinta a otras ya que, como puede notarse, Lady es un perro; una situación que puede parecer absurda pero que obedece a una norma del ejército: no se permiten mascotas. Por lo tanto, cualquier animal que fuera embarcado debía formar parte del ejército, con su rango, uniforme y paga (aunque esta se hacía en forma de comida y otras cosas materiales que pudiesen disfrutar). Esto dio origen a historias increíbles como la de Wojtek, un oso que fue adoptado por soldados polacos y se convirtió en héroe de guerra en su país.