Abel G.M.
Periodista especializado en historia y paleontología
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En noviembre de 1978, más de 900 personas murieron en Jonestown, un asentamiento en Guyana fundado por el líder de la secta religiosa Templo del Pueblo de los Discípulos de Cristo, el pastor Jim Jones. La causa de la inmensa mayoría de las muertes fue el envenenamiento por inyección de cianuro: Jones, que era conocido por su drogodependencia y mostraba signos claros de inestabilidad mental, había llamado a sus seguidores a cometer un suicidio en masa y, decidido a llevarse a todos con él, había colocado guardias armados alrededor del asentamiento con órdenes de disparar a todo aquel que intentase huir. El 18 de noviembre llevó a cabo lo que había llamado “suicidio revolucionario”, pero en realidad habría que hablar de asesinato, puesto que muchos de ellos mostraban signos de haber opuesto resistencia y alrededor de una tercera parte eran menores de edad. Solo hubo cinco supervivientes: tres líderes de la propia secta que huyeron y dos habitantes de Jonestown que lograron esconderse.