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Procedente de una familia y un barrio humilde de San Luis (Misuri) y después de trabajar incansablemente durante toda su vida, haberse convertido en un icono de la lucha por los derechos civiles de los afroamericanos, estrella del baile y miembro de la resistencia francesa contra la ocupación alemana durante la Segunda Guerra Mundial, en marzo de 1969 Josephine Baker se veía desahuciada de su propia casa. Al final de su carrera, la bailarina tenía 12 hijos adoptados y se había visto acosada por las deudas económicas, de modo que le fue expropiado el castillo en el que vivía. Se dice que el día que fue tomada la imagen sobre estas líneas, la artista permaneció siete horas sentada en la puerta de entrada sola bajo la lluvia, soportando estoicamente la humillación. Su imagen conmocionó a la opinión pública y la princesa Grace Kelly le ofreció una casa y la ayudó a relanzar su carrera. Pocos días después del estreno, en abril de 1975 murió a causa de una embolia.