Abel G.M.
Periodista especializado en historia y paleontología
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El 22 de agosto de 1902 nació Helene Bertha Amelia Riefenstahl, quien pasaría a la historia como “Leni” Riefenstahl, por dos cosas: su talento como propagandista audiovisual y su decisión de ponerlo al servicio de Adolf Hitler.
Riefenstahl destacó por sus innovadoras técnicas cinematográficas y su habilidad para utilizar la estética visual en sus películas. Sin embargo, es conocida sobre todo por cómo la utilizó: sus películas propagandísticas durante la era nazi y su estrecha colaboración con Adolf Hitler y el Partido Nazi. Dos de sus trabajos más famosos fueron El triunfo de la voluntad (1935), que glorificaba al nazismo y a su líder; y Olympia (1938), una película documental sobre los Juegos Olímpicos de Berlín 1936 que mostraba a Alemania como una potencia moderna y triunfante.
Después de la Segunda Guerra Mundial, Riefenstahl fue arrestada por las fuerzas aliadas. Aunque fue absuelta de los crímenes que se le imputaban, tuvo que pasar por hasta cuatro procesos de desnazificación. A lo largo de su vida, defendió su trabajo en el cine como arte y negó cualquier conocimiento de los horrores del Holocausto. Prácticamente no volvió a trabajar en el mundo del cine después de los juicios.
Lo cierto es que, a pesar de la controversia, Leni Riefenstahl es reconocida como una figura influyente en la historia del cine, y sus técnicas cinematográficas han sido estudiadas y admiradas por cineastas de todo el mundo. Su legado, sin embargo, siempre estará marcado por su conexión con el régimen nazi y el uso propagandístico de sus películas para glorificar el Tercer Reich.