La venganza que Hitler ejecutó en un vagón de tren

12  Hitler en Compiègne (Everett Collection,  Bridgeman Images)

12 Hitler en Compiègne (Everett Collection, Bridgeman Images)

Everett Collection, Bridgeman Images
12  Hitler en Compiègne (Everett Collection,  Bridgeman Images)

12 Hitler en Compiègne (Everett Collection, Bridgeman Images)

Everett Collection, Bridgeman Images

El 22 de junio de 1940, Adolf Hitler cumplió la venganza que llevaba más de 20 años preparando a fuego lento. La sirvió fría y en un vagón de tren, el mismo en el que, el 11 de noviembre de 1918, Alemania había sufrido lo que él consideraba una humillación: el armisticio de Compiègne, que supuso el preludio al durísimo Tratado de Versalles. Hitler, entonces cabo del ejército alemán, entró en un estado de histeria y juró vengarse de Francia y de los judíos, a quienes una teoría conspiratoria atribuía la culpa de haber tramado la derrota de Alemania desde las sombras.

El oportunidad para devolver ese puñetazo le llegó en junio de 1940: con media Francia ocupada por el Tercer Reich, el gobierno francés pidió un armisticio. Hitler, que había esperado ese momento durante más de 20 años, se dio la satisfacción de recuperar el mismo vagón de tren en el que se había firmado el armisticio de Compiègne y no solo eso, sino que además hizo que lo movieran al lugar exacto en el que había tenido lugar esa humillación que le había perseguido. Nunca una venganza se había servido tan fría.