Abel G.M.
Periodista especializado en historia y paleontología
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Carl Wagner, jugador profesional y miembro del Club de Ajedrez de Boylston (EE.UU.), juega a ajedrez contra el ordenador llamado Robert Q, desarrollado por el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT). Era el año 1967 y en el mundo del ajedrez acababa de entrar la inteligencia artificial, aunque sus inicios no fueron muy sonados: Robert Q y otros programas desarrollados por el MIT fueron los primeros en poder realizar una partida en condiciones contra rivales humanos, pero ganarla era otra cosa, la mayoría perdían o empataban.
El panorama cambió en los años 90, cuando se desarrollaron programas capaces de competir de igual a igual con profesionales del ajedrez e incluso ganarlos. La inteligencia artificial, alimentada con datos de miles de partidas profesionales y con gran rapidez para procesarlas, había desbancado al ingenio y la creatividad humana. 1996 marcó un antes y un después en la historia de este deporte intelectual cuando un ordenador (Deep Blue, desarrollado por IBM) ganó por primera vez una partida contra un campeón mundial, Garri Kaspárov; y un año después un torneo completo contra el mismo Kaspárov.