Actualizado a
· Lectura:
Aunque la primera piedra del templo no se puso hasta 1882, desde 1866 ya había varias personas implicadas en la planificación de la construcción de un templo extraordinario dedicado a la Sagrada Familia. El ideólogo fue Josep Maria Bocabella, un librero barcelonés que creó una asociación con la intención de recaudar fondos. Fue él quien adquirió el terreno donde se construiría la obra cuyo diseño, en un primer momento, se encargó a Francisco de Paula del Villar y Lozano. Tan solo un año después, De Paula renunció al encargo por desavenencias con Bocabella, principal promotor del proyecto, y fue entonces cuando un joven Antoni Gaudí aceptó hacerse cargo de la construcción. Inmediatamente modificó todos los planos y lo convirtió en el proyecto de su vida. Desde los 31 años hasta su muerte, el arquitecto catalán estuvo trabajando en la Sagrada Familia. Una obra que no vería finalizada y que a día de hoy sigue en construcción. En la imagen tomada por el fotógrafo Baldomer Gili Roig, se puede ver a dos hombres conversando frente al templo y a la explanada vacía que lo rodeaba en 1905.