Huyendo de la Guerra Civil Española

Foto del día

Foto del día

Foto: AP
Foto del día

Foto del día

Foto: AP

Una familia de campesinos huye de Madrid en noviembre de 1936, llevando sus pocas posesiones a lomos de sus burros. Aunque la ciudad fue uno de los últimos baluartes republicanos hasta el final de la Guerra Civil, muchas familias prefirieron huir al campo creyendo que allí estarían más seguros. Sus preocupaciones estaban justificadas, ya que la capital había sido bombardeada por la aviación alemana, aliada de los sublevados, y aquel mismo mes empezó un asedio que duraría hasta marzo de 1938. No fue solo la gente corriente la que escapó: el gobierno republicano se trasladó primero a Valencia y luego a Barcelona, por temor a quedar completamente rodeados si finalmente la capital caía; desde sus nuevas sedes confiaban al menos en poder escapar a Francia o tomar un barco. Para la mayoría de la población, sin embargo, la única opción era alejarse de las zonas de batalla y confiar que la guerra se mantuviese lo más lejos posible.