El hospital del modernismo

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Foto: CC

Fue gracias al legado del barcelonés Pau Gil i Serra que se pudieron iniciar las obras de construcción de un nuevo centro sanitario en la Ciudad Condal, el Hospital de Sant Pau i la Santa Creu. El encargo fue puesto en manos de Domènech i Montaner, uno de los grandes exponentes del modernismo en Barcelona. El arquitecto gozó de libertad absoluta para diseñar un edificio destinado a ocupar nueve islas del nuevo Eixample proyectado unas décadas antes por Ildefons Cerdà. Entre sus principales innovaciones se encontraba la gran cantidad de espacio al aire libre por donde los pacientes podían pasear y la disposición de diferentes pabellones aislados pero a la vez conectados entre sí. Construido en dos fases a partir de 1903, la segunda liderada por el hijo del arquitecto, la obra se convirtió en el edificio más grande del modernismo catalán, con elementos propios como el uso del ladrillo visto, una abundante decoración de inspiración neogótica y una iconografía que reflejaba la visión religiosa e historicista de Domènech i Montaner. En la imagen se puede el pabellón de cirugía ya en pleno funcionamiento poco después de la inauguración del hospital en 1930.