Entregar la espada o morir por la espada

14  Rendición Japón (Australian War Memorial)

14 Rendición Japón (Australian War Memorial)

Australian War Memorial
14  Rendición Japón (Australian War Memorial)

14 Rendición Japón (Australian War Memorial)

Australian War Memorial

El 14 de agosto de 1945, el gabinete del emperador japonés Hirohito transmitió órdenes a sus embajadores y oficiales para que aceptaran los términos de rendición impuestos por los Aliados, poniendo fin a las hostilidades de la Segunda Guerra Mundial. Lo inevitable de la derrota se hizo patente después del lanzamiento de las dos bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki, junto con la invasión soviética en las islas más septentrionales del archipiélago.

La noticia fue anunciada a los japoneses por el propio emperador Hirohito a través de una grabación radiofónica, siendo la primera vez que un emperador japonés se dirigía personalmente a todo su pueblo. No obstante mucha gente quedó confusa, en parte porque el mensaje era muy poco explícito (en ningún momento mencionaba la palabra “rendición”) y en parte porque usaba un lenguaje protocolario que muy poca gente podía entender.

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Entre el ejército, la idea de la rendición era vista como algo extremadamente deshonroso. Algunos oficiales lo aceptaron y acataron las órdenes, como se ve en la foto: el teniente general Hatazo Adachi, comandante del ejército en Nueva Guinea, entrega su espada al general australiano Horace Robertson. Otros pensaron que se trataba de un engaño y se ocultaron con sus tropas: algunos permanecieron escondidos en la selva durante décadas.

La noche del 14 de agosto un millar de oficiales y soldados asaltaron el Palacio Imperial con el objetivo de destruir la grabación y, si era necesario, dar un golpe de Estado, el cual fracasó. El ministro de guerra, Korechika Anami, avergonzado por no haber podido evitar la derrota de Japón ni el golpe de Estado, se hizo el seppuku – el suicidio ritual de los samuráis – y dejó un mensaje para el emperador: “Con mi muerte, me disculpo ante el Emperador por este gran crimen”.