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Aquejado por problemas de salud gran parte de su vida, el inventor escocés John Logie Baird ya dio señales de sus inquietudes de joven, cuando consiguió conectar por teléfono su habitación con la de sus amigos. Se le considera el inventor de la televisión, pues en 1924 consiguió transmitir por primera vez la imagen parpadeante de una cruz de malta. Esta fotografia muestra al inventor en los años 40, cuando la mayoría de los televisores tenían una pantalla de 8 pulgadas y tan solo 14.000 personas podían acceder a él. A principios de los años 50 ya eran casi 800.000.