El nazi que no se arrepintió de sus crímenes

Eichmann arrestado 1961

Eichmann arrestado 1961

Foto: National Photo Collection of Israel / CC
Eichmann arrestado 1961

Eichmann arrestado 1961

Foto: National Photo Collection of Israel / CC

Adolf Eichmann, considerado uno de los principales responsables del Holocausto, comparece ante la policía israelí el 9 de marzo de 1961, meses después de ser secuestrado en Argentina por el Mossad, el servicio secreto de Israel. Eichmann había sido durante más de una década el criminal de guerra nazi más buscado por los israelíes, después de que se esfumara tras la guerra: escapó a las detenciones usando una identidad falsa y en 1948 se fugó a Argentina, donde vivió hasta 1960 bajo el nombre falso de Ricardo Klement.

Pero el Mossad no se rindió y, siguiendo las pocas pistas que había dejado, dio con su residencia en Buenos Aires, donde un grupo de hombres lo secuestró la noche del 11 de mayo de 1960 y lo trasladó a Israel para ser juzgado. Durante el juicio Eichmann negó inicialmente ser el arquitecto del Holocausto, pero al final no solo reconoció los crímenes que se le imputaban, sino que no mostró ningún remordimiento. Cuando fue condenado a muerte, incluso declaró que se habría sentido aún más satisfecho si hubiese podido eliminar a más judíos. Murió en la horca el 1 de junio de 1962.

Varias personas que lo conocieron personalmente durante su arresto coincidieron en afirmar que lo más inquietante de Eichmann era que no se trataba de un hombre altanero o colérico como otros jerarcas nazis, que no parecía un monstruo sino un hombre indiferente que había decidido enviar al exterminio a millones de personas simplemente porque sentía que era su deber hacerlo.

 

Para saber más

Adolf Eichmann fue interpretado por Ben Kingsley en la película "Operación Final", dirigida por Chris Weitz en 2018

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