Actualizado a
· Lectura:
Desde la creación del Estado Libre Irlandés en 1922, el conflicto latente se estableció en Irlanda del Norte, cuya soberanía quedó en manos del Reino Unido. En la década de 1960 las tensiones llegaron a un punto de no retorno y en 1968 estalló el conflicto armado. Fue en este contexto de violencia y enfrentamientos cuando, el domingo 30 de enero de 1972 tuvo lugar uno de los acontecimientos más dramáticos. El gobierno británico envió a la unidad de paracaidistas a dispersar una manifestación que protestaba en contra del encarcelamiento sin juicio a los sospechosos de pertenecer al IRA. Hubo algunos enfrentamientos entre manifestantes y soldados, y de repente estos abrieron fuego, matando hasta 14 personas, algunas de ellas mientras huían o trataban de socorrer a los heridos. El hecho fue bautizado como el 'Domingo sangriento', y provocó una oleada de adhesiones a la banda terrorista del IRA, así como fuertes altercados en todo el país. En la imagen se puede ver como varias personas atienden a un herido durante los tiroteos de aquella trágica jornada.