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Se considera que durante la década de 1930 tuvo lugar el gran ascenso del nazismo en Alemania. En enero de 1933 Hitler fue nombrado canciller del país y en las elecciones federales de marzo de 1933 el Partido nazi consiguió un gran triunfo obteniendo la mayoría de los votos. A lo largo de ese año tuvieron lugar algunos de los hechos que empezaban a definir claramente la política autoritaria y antisemita de Hitler: el incendio del Reichstag, el boicot a los negocios judíos, la quema de libros... Junto a toda esta serie de medidas, se organizaban grandes desfiles para demostrar la potencia militar que podía llegar a tener el régimen, desafiando todas las limitaciones que se habían impuesto a Alemania tras la Primera Guerra Mundial. Una de ellas fue la que se inmortalizó en la imagen sobre estas líneas en 1934, llamada la marcha del Congreso del partido del Imperio.