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Así descansaba un grupo de soldados franceses en noviembre de 1939 en un habitáculo construido bajo las fortificaciones de las defensas de la célebre línea Maginot. Levantada después de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), las defensas que la constituían fueron bautizadas en honor al ministro de Defensa francés André Maginot, quien fue su principal promotor. Su principal cometido era proteger la frontera entre Francia y Alemania e Italia durante el auge de las tensiones políticas a finales de la década de 1920 y principios de 1930. Como muestra esta imagen, durante los primeros meses de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), fueron un punto clave de la contienda, pero con la ocupación alemana del país galo en 1940 la línea Maginot terminó por convertirse en uno de los grandes símbolos de la derrota francesa.