Actualizado a
· Lectura:
Como es bien sabido, la cuestión de la apertura de un segundo frente fue fuente de acalorados debates y discusiones durante los primeros años de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) entre los Aliados. Uno de los mayores promotores fue la Unión Soviética, entre otras cosas porque estaba cargando con gran parte del peso de las terribles consecuencias de la gran contienda después de que Hitler hubiese lanzado la ofensiva de la operación Barbarroja. Con este objetivo, Moscú organizó una serie de actos que tendrían lugar en ciudades de los países aliados, tratando de convencer a la población y presionando a los gobiernos para la apertura de una nueva línea de frente en el corazón de Europa. El propósito era dividir los esfuerzos bélicos del Eje para debilitarlos. A medida que avanzaba la guerra, incluso gran parte de la población apoyaba la estrategia del segundo frente, tal y como se puede ver en la manifestación de la imagen que tuvo lugar en octubre de 1942 en la londinense Trafalfar Square. No sería hasta el Desembarco de Normandia, en junio de 1944, cuando por fin se abrió una segunda línea de guerra en Europa.