Actualizado a
· Lectura:
El perverso sistema de castas de la India condena a las clases más bajas a una vida de miseria y humillaciones. A pesar de que la discriminación por casta ha estado prohibida por la Constitución durante mucho tiempo, las vejaciones a los dalit (popularmente conocidos como 'intocables') nunca han desaparecido. Uno de los principales problemas ha sido que nunca se les ha permitido acceder a la posesión de la tierra en la que trabajan, pues la mayoría de ellos viven de su labor en el campo, con lo cual su ascenso social es inalcanzable. En 1978, el primer ministro Prim Mararji Desai cedió tierras de la ciudad Kanjhawla a una parte de la población que pertenecía a los dalit. En agosto del mismo año, los agricultores estallaron y organizaron una protesta para pedir al primer ministro que devolviera las tierras a sus propietarios. En la imagen se puede ver a la policía tratando de contener a los enfadados terratenientes que se manifestaban a las puertas de la residencia de Prim Mararji Desai.