La Cinecittà de Mussolini

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Foto: AP

Una de las grandes armas que todos los regímenes totalitarios han tenido como aliada ha sido la propaganda. Algo que Mussolini tenía muy claro tras ascender al poder con el conocido episodio de la Marcha sobre Roma (1922). Y en el siglo XX esto estaba directamente relacionado con el poder de la imagen, en este caso la imagen en movimiento. Así, en la década de 1930, el Duce se propuso reproducir en Italia las instalaciones que la industria cinematográfica estadounidense tenía Hollywood para usarlas en su propio beneficio. En enero de 1936 él mismo colocó la primera piedra y un año y tres meses después, en abril de 1937 se inauguraba un complejo bautizado en italiano como Cinecittà, del cual se sacó gran provecho pues en el primer año se rodaron allí hasta 19 películas. La imagen sobre estas líneas fue tomada en marzo de 1937, poco antes de la inauguración. Durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), los estudios fueron saqueados y reconvertidos en un campo de prisioneros, y tras la contienda se rehabilitaron como estudios de cine y se grabaron en ellos parte de grandes producciones como Quo Vadis (1951), Ben Hur (1959) o varios spaghetti western de los años 60 y 70 del siglo pasado.