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Los primeros años de la historia de la aviación en el siglo XX tienen como protagonistas a varios nombres femeninos. El más conocido es el caso de Amelia Earhart, pero hubo otras que siguieron sus pasos e incluso que la precedieron, como Neta Snook, instructora de Amelia, o May Haizlip, en la imagen sobre estas líneas. La mirada de determinación con la que posa en su avión debió acompañarla toda su vida, pues cuando era pequeña saltó desde el tejado de un granero con un paraguas con la intención de cumplir su sueño: volar. Afortunadamente, la niña aterrizó en una pila de paja que la salvó de consecuencias mayores. Nacida en 1910, con 25 años ya era una piloto consagrada y empezó a dar clases de vuelo a otras mujeres en la escuela de aviación Von Hoffman, en Missouri, donde fue tomada la fotografía.