Abel G.M.
Periodista especializado en historia y paleontología
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Lee Harvey Oswald, acusado del asesinato del presidente John F. Kennedy, es trasladado al Hospital Parkland en Dallas el 24 de noviembre de 1963. Jack Ruby, el propietario de un club nocturno, le había disparado mientras era transferido de la prisión de la ciudad a la del condado; Oswald no sobreviviría a esa noche. En cuanto a los motivos de Jack Ruby, declaró estar muy afectado por la muerte del presidente y querer “evitar a la señora Kennedy la angustia de acudir a un juicio”; pero una investigación oficial apuntó hacia otra hipótesis: que Ruby había sido contratado por el crimen organizado para matar a Oswald y, por lo tanto, que detrás del asesinato de Kennedy había alguna organización criminal que había usado a Oswald como peón y ahora quería silenciarlo. Por su parte, Ruby fue declarado culpable de asesinato y condenado a muerte, pero mientras esperaba la ejecución de la sentencia se le detectó un cáncer con metástasis y murió en 1966. Sus últimas palabras las dedicó a reafimar que solamente él había sido el responsable de matar a Oswald y que “no hubo nadie más ni nada que ocultar”.