Abel G.M.
Periodista especializado en historia y paleontología
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El año 1966 fue fatídico para muchas ciudades italianas. En noviembre, varios días de lluvias torrenciales hicieron que los ríos se desbordaran e inundaran las calles hasta niveles que casi nunca se habían visto. Esta fotografía está tomada frente a la Basílica de la Santa Cruz de Florencia, una de las ciudades que más daños sufrió en aquellos fatídicos días. A causa del desbordamiento del Arno, unas 3.000 personas tuvieron que ser evacuadas y sus hogares quedaron destrozados.
El agua también inundó monumentos e iglesias, amenazando con destruir el rico patrimonio artístico que custodiaban. “Los ángeles del fango” es el nombre que recibieron los trabajadores y voluntarios que se esforzaron incansablemente por sacar las obras de arte y ponerlas a salvo. Muchos no eran ni siquiera habitantes de la ciudad, sino visitantes o estudiantes: todavía hoy son recordados como uno de los mayores ejemplos de solidaridad que haya visto Florencia.