Grandes descubrimientos

Las espectaculares tumbas con trajes de jade de Mancheng

En 1968, un batallón del ejército chino descubrió por casualidad al sur de Pekín dos fastuosas tumbas principescas del siglo II a.C.

Sudario formado por miles de teselas de jade que contuvo el cuerpo de la princesa Dou Wan

Sudario formado por miles de teselas de jade que contuvo el cuerpo de la princesa Dou Wan

Sudario formado por miles de teselas de jade que contuvo el cuerpo de la princesa Dou Wan

Martha Avery / Getty Images

En el distrito de Mancheng, a menos de 200 kilómetros al sur de Pekín, se alza el monte Ling, de 2.300 metros de altura. En la ladera oriental de este monte, hace más de 2.100 años, se removieron miles de metros cúbicos de roca para excavar horizontalmente un complejo sistema de galerías y cámaras ocultas: las tumbas destinadas a albergar los restos de Liu Sheng, príncipe de Zhongshan, y de su esposa Dou Wan

Mapa

Mapa

Liu Sheng ascendió al trono del reino de Zhongshan en el año 154 a.C., cuando su padre Jingdi, el sexto emperador de la dinastía Han (que gobernó China entre 206 a.C. y 220 d.C.), lo envió a este territorio fronterizo para pacificar los límites del norte del Imperio Han. 

La construcción de las dos tumbas rupestres, auténticos palacios excavados en la roca, similares en tamaño y estructura, debió de comenzar poco después y requirió décadas de trabajo. Todo un reto económico y tecnológico que se terminó cuando Liu Sheng y Dou Wan murieron con pocos años de diferencia, en 113 y 104 a.C., y fueron enterrados en el interior de la montaña, acompañados de suntuosos ajuares funerarios. A continuación, ambos túneles se ocultaron mediante muros de ladrillo sellados con hierro fundido para evitar que las tumbas fueran profanadas.

 

Cronología

Dinastía Han

206 a.C.

Liu Bang funda la dinastía Han, dando vida al primer gran imperio de China.

154 a.C.

Liu Sheng es nombrado príncipe del reino de Zhongshan, en la China nororiental.

113 a.C.

Liu Sheng es enterrado en las laderas del monte Ling. Su esposa fallece poco después.

1968

Un escuadrón del Ejército Popular de Liberación halla las tumbas por casualidad.

 

El descubrimiento

Las tumbas de Mancheng fueron descubiertas por casualidad en plena Revolución Cultural, el movimiento impulsado por Mao Zedong en 1966 para dar un nuevo impulso a la revolución comunista. La actividad llevada a cabo por las distintas facciones de los Guardias Rojos prácticamente paralizó el mundo académico y las investigaciones, pero el trabajo arqueológico siguió adelante mediante excavaciones de emergencia en las que participaban obreros, campesinos y soldados del Ejército Popular de Liberación.

En junio de 1968, un pelotón del ejército, destinado en la provincia de Hebei, derribó una pared de roca durante las excavaciones para construir un refugio antiaéreo en las laderas del monte Ling y se encontró con lo que parecía ser una antigua cámara funeraria. Inmediatamente, el Instituto de Arqueología de la Academia de Ciencias de Pekín reunió a un equipo para excavar la tumba. La sorpresa aumentó cuando, a poca distancia de la primera sepultura, se descubrió una segunda. Tras completar la investigación en el verano de ese mismo año, las tumbas de Mancheng se convirtieron en un símbolo de los logros excepcionales de la civilización china bajo la dinastía Han y en una muestra del progreso de la arqueología china durante los años de la Revolución Cultural.

Clepsidra, o reloj de agua

Clepsidra, o reloj de agua

Clepsidra, o reloj de agua, descubierta en la tumba de Liu Sheng en Mancheng.

Bridgeman / ACI

Las dos tumbas tenían la misma estructura. Se abrían con un pasillo de entrada que conducía a una antecámara cubierta por una estructura de madera con tejado de teja. La antecámara se desdoblaba en dos espacios: la sala del norte contenía un almacén de alimentos conservados en vasijas de terracota, y la sala del sur albergaba el establo, donde aparecieron carros y esqueletos de caballos. 

El espacio central constituía la sala de ceremonias, también con un tejado de teja sostenido por una estructura de madera. En su centro se alzaron dos pabellones, en torno a los cuales se depositaron numerosas figurillas de cerámica que representaban sirvientes, vasijas de bronce, lámparas y armas rituales. A continuación, una puerta de piedra daba acceso a la cámara funeraria, cubierta por un techo de piedra, en cuyo centro se encontraba el sarcófago. Esta sala y otra contigua constituían las estancias privadas del difunto. 

En las tumbas se hallaron figurillas de cerámica, vasijas de bronce y armas rituales

Las tumbas de Liu Sheng y Dou Wan fueron las primeras de la familia imperial Han que se descubrieron intactas, sin que hubieran sido saqueadas por ladrones en la Antigüedad. Gracias a ello fue posible encontrar los sarcófagos en forma de trajes de jade, un tesoro del que, hasta su descubrimiento, solo se tenía constancia por las fuentes literarias. 

Aunque en China no se practicaba la momificación, durante el período Han se experimentó con diversos métodos y materiales para conservar y tratar los cuerpos. Las prácticas más sorprendentes y peculiares son, sin duda, las que se basaban en el uso del jade, una piedra con un importante simbolismo y a la que se atribuyeron poderes curativos desde el Neolítico. 

Liu Sheng y Dou Wan llevaban sudarios de jade, similares a armaduras, hechos con miles de teselas unidas en las esquinas por hilos de oro. Estos sudarios, compuestos por doce partes, cubrían por completo a los difuntos, quizás en un intento de salvar sus restos de la putrefacción o, más probablemente, para proporcionarles un nuevo cuerpo, capaz de trascender la oposición entre la vida y la muerte. Los sudarios de jade se convertían, así, en la representación visual de su transformación en seres inmortales.

 

 

 

La vida en el más allá 

Aún hoy, las tumbas de Liu Sheng y Dou Wan constituyen un hito para comprender las creencias, las prácticas y el arte funerario de la época Han. La concepción básica era que el ser humano tiene dos almas: una, de sustancia celestial y refinada, llamada hun y basada en el principio yang, la energía vital masculina; la otra, material y vegetativa, llamada po y alimentada por la energía yin, asociada a lo femenino. Durante la vida, estas almas se hallan armoniosamente unidas en el cuerpo, pero en el momento de la muerte se separan: el alma hun asciende al reino de los antepasados, mientras que el alma po permanece ligada al cuerpo.

Las dos tumbas reflejaban esta concepción. Ambas adoptan la forma de auténticos «palacios subterráneos», un espejo sobrenatural de la morada terrenal del difunto. Las estructuras de madera y de piedra manifiestan la correspondencia entre la tumba y el palacio. Las antecámaras y la sala central se ven como el ámbito en el que el alma po y el cuerpo pueden continuar su existencia rodeados del mismo bienestar del que disfrutaron en vida. 

Los dos asientos vacíos situados en el centro de la sala principal de la tumba de Liu Sheng, originalmente coronados por pabellones con cortinas de seda, así como los jarrones y las estatuillas funerarias dispuestos en hileras a su alrededor, componían una especie de cuadro que representaba una ceremonia ritual, en la que se evocaba la presencia de los dos príncipes sin que estuvieran representados. En cambio, la cámara funeraria construida en piedra, última estancia de su palacio eterno, era el lugar donde los difuntos podían lograr la inmortalidad.

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Gran exposición de arqueología china

Gran exposición de arqueología china

Alamy / ACI

arte y propaganda

Las tumbas de Mancheng se convirtieron en el símbolo de la arqueología china. Los ajuares fueron el núcleo de la exposición organizada para la reapertura al público, en julio de 1971, del Museo del Palacio Imperial de Pekín, la Ciudad Prohibida, que había permanecido cerrado a causa de la Revolución Cultural. El sarcófago de Liu Sheng se incluyó en una gran exposición de arqueología china que viajó por Europa entre 1973 y 1974, como se muestra en la fotografía junto a estas líneas.

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El ajuar de los príncipes

Las tumbas de Liu Sheng y Dou Wancontenían un ajuar compuesto por miles de objetos de cerámica, bronce, jade, piedra dura, plata y madera lacada. Todos ellos pueden agruparse en tres categorías: objetos rituales y simbólicos, sobre todo jarrones de bronce y elementos de jade; objetos de uso personal, algunos de los cuales pertenecieron al difunto en vida y estaban destinados a servirle tras la muerte, y mingqi u «objetos del espíritu», estatuillas destinadas a recrear la forma en que la pareja principesca había disfrutado de su existencia terrenal.

Nota: Las piezas se hallan en el Museo de Hebei excepto donde se indica otra cosa. 

 

Lámpara de bronce

Lámpara de bronce

Lámpara de bronce con una salida de humos incorporada. Procede de la tumba de Liu Sheng en Mancheng. Museo Nacional, Pekín.

Erich Lessing / Album

 

Un oso se alza sobre un pájaro

Un oso se alza sobre un pájaro

Un oso se alza sobre un pájaro, con los pies separados, en esta pieza de bronce procedente de la tumba de Dou Wan. 

Aurimages

 

Agujas de oro

Agujas de oro

Agujas de oro, probablemente destinadas a la acupuntura, halladas en la tumba de Liu Sheng.

Bridgeman / ACI
Jarrón de bronce

Jarrón de bronce

Jarrón de bronce con decoración damasquinada hallado en la tumba de Liu Sheng. Esta pieza era uno de los objetos de lujo conservados en la cámara funeraria. 

Getty Images

 

Regla de hierro

Regla de hierro

Regla de hierro decorada que formaba parte del ajuar funerario depositado en la tumba de Liu Sheng en Mancheng. 

Bridgeman / ACI
Leopardo de bronce

Leopardo de bronce

Este leopardo, de bronce y con incrustaciones de oro, plata y piedras duras, formó parte de un juego de pesas que se usaban para tender y sujetar esterillas en los suelos de las residencias aristocráticas. Tumba de Dou Wan. 

Alamy / ACI
Lámpara en forma de sirvienta arrodillada

Lámpara en forma de sirvienta arrodillada

Lámpara en forma de sirvienta arrodillada. Formó parte del servicio de la residencia de la emperatriz Xiaowen y pasó a pertenecer a Dou Wan, que se hizo enterrar con ella. 

Bridgeman / ACI
Incensario de bronce

Incensario de bronce

Incensario de bronce en forma de montaña sagrada. Una figura arrodillada sobre un animal fantástico sostiene la copa. Tumba de Dou Wan. 

Dagli Orti / Aurimages
Traje funerario de Liu Sheng

Traje funerario de Liu Sheng

Traje funerario de Liu Sheng, muy similar a una armadura, compuesto por miles de placas de jade unidas por hilos de oro. 

AGE Fotostock