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Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Durham y del University College de Londres, publicado en la revista Cambridge Archaeological Journal, afirma que durante la Edad del Hielo, hace unos 20.000 años, los cazadores-recolectores usaron marcas combinadas con dibujos de animales para comunicarse. De hecho, el investigador independiente Ben Bacon, director de la investigación, afirma que mediante estos símbolos, en su mayoría líneas y puntos, se compartía información sobre el comportamiento de sus posibles presas, como caballos salvajes, ciervos, bóvidos y mamuts.
Estas marcas se encuentran en más de 6oo imágenes plasmadas en paredes de cuevas y en elementos muebles de este período. Según Bacon, registran información de un modo numérico y hacen referencia a un calendario, pero no pueden considerarse una escritura propiamente dicha, aunque sí un primitivo sistema de comunicación.

Gran uro –un bóvido salvaje–
Hace unos 21.500 años se pintó un gran uro –un bóvido salvaje– en la pared de la cueva de Lascaux (Dordoña, Francia); en su interior se pintó una secuencia de cuatro puntos.
Foto: Patrick Aventurier / Getty Images
Uno de los símbolos estudiados es una «Y», formada al agregar una línea divergente a otra. Según Bacon, este signo está relacionado con las temporadas de apareamiento y parto de los animales. Así, el investigador concluye que la cantidad de marcas asociadas con animales era un registro, por meses lunares, de cuando éstos se apareaban.

Cuatro puntos asociados a un dibujo
Cuatro puntos asociados a un dibujo en ocre rojo de un uro en la cueva de La Pasiega (Cantabria), hace unos 23.000 años.
Foto: Henri Breuli

Tres líneas dispuestas dentro de un salmón
Tres líneas dispuestas dentro de un salmón grabado en la cueva del Pindal (Asturias) hace unos 17.000 años.
Foto: Berenguer, M., 1994
Este artículo pertenece al número 230 de la revista Historia National Geographic.