Àlex Sala
Periodista especializado en Arte e Historia del Arte
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Durante siglos, las profesiones de mayor prestigio social han sido ejercidas por hombres. Los casos de pintoras, poetisas o filósofas han sido la excepción. Por no hablar de las poquísimas gobernantes o reinas cuyo nombre ha llegado hasta nuestros días. Esta tendencia, lejos de ser exclusiva del pasado, se ha mantenido hasta nuestros días, y todavía hoy es habitual ver tan solo una o dos mujeres en reuniones empresariales, de dirigentes políticos o en simposios científicos. Las primeras mujeres que se hicieron abogadas, químicas o políticas fueron una excepción, tal como reflejan las imágenes de esta galería fotográfica. Forman parte del libro Una sola mujer, de Immy Humes, publicado por la editorial Phaidon Press, una selección de 100 fotografías colectivas en las que llama la atención la presencia de una sola mujer rodeada, en ocasiones, por decenas o centenares de hombres. Las instantáneas de este libro, en el cual se basan nuestros textos, muestran la dificultad de encontrar presencia femenina en puestos relevantes de la ciencia, el deporte, la política o el arte durante todo el siglo XX, e incluso también en las dos décadas que llevamos de siglo XXI.