Historia visual

Pioneras de la Historia

Durante siglos, las profesiones de mayor prestigio social han sido ejercidas por hombres. Los casos de pintoras, poetisas o filósofas han sido la excepción. Por no hablar de las poquísimas gobernantes o reinas cuyo nombre ha llegado hasta nuestros días. Esta tendencia, lejos de ser exclusiva del pasado, se ha mantenido hasta nuestros días, y todavía hoy es habitual ver tan solo una o dos mujeres en reuniones empresariales, de dirigentes políticos o en simposios científicos. Las primeras mujeres que se hicieron abogadas, químicas o políticas fueron una excepción, tal como reflejan las imágenes de esta galería fotográfica. Forman parte del libro Una sola mujer, de Immy Humes, publicado por la editorial Phaidon Press, una selección de 100 fotografías colectivas en las que llama la atención la presencia de una sola mujer rodeada, en ocasiones, por decenas o centenares de hombres. Las instantáneas de este libro, en el cual se basan nuestros textos, muestran la dificultad de encontrar presencia femenina en puestos relevantes de la ciencia, el deporte, la política o el arte durante todo el siglo XX, e incluso también en las dos décadas que llevamos de siglo XXI.

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mrs fairfax

Foto: Library of Congress

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Una mujer imprescindible

La fotografía sobre estas líneas fue tomada en 1862 y muestra a varios oficiales de la división del Ejército del Potomac comandada por el general Fitz John Porter (sentado en un taburete) durante la guerra de Secesión estadounidense. A la derecha aparece la única mujer de la imagen, identificada como Señora Fairfax. Apenas se sabe de ella que era la "jefa de cocina y encargada de llevar las botellas". Las mujeres, sobre todo negras, sirvieron en ese conflicto en tareas de apoyo e intendencia tradicionalmente consideradas femeninas, es extraño que sean identificadas y mucho menos con el título de "señora", por lo que es de suponer que la Señora Fairfax realizaba una labor muy reconocida por los militares a los que servía.

La primera abogada de nueva zelanda

Foto: Alamy / ACI

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La primera abogada de nueva zelanda

En la historia de la emancipación femenina, Nueva Zelanda ocupa un puesto destacado; no en vano fue el primer país que dio pleno derecho de voto a las mujeres, en 1893. En 1877, una mujer obtuvo allí por primera vez un título universitario, y en 1893 otra joven, Ethel Benjamin, fue la primera en ingresar en una facultad de Derecho, graduándose cuatro años más tarde. Pero el caso de Benjamin muestra las resistencias a las que las mujeres debían enfrentarse. Las autoridades de la facultad quisieron impedirle el ingreso, advirtiéndole de que las mujeres tenían vetado el ejercicio de la abogacía. Gracias a una nueva ley, Benjamin creó su despacho de abogados, pero sus colegas varones intentaron impedir que consiguiera clientes. Pese a ello, Benjamin inició una exitosa carrera profesional. La fotografía la muestra con los demás integrantes del tribunal de Dunedin, todos hombres, en 1902, con la peluca de abogada y esbozando una sonrisa de satisfacción.

Emmeline Pankhurst

Foto: Hulton-Deutsch Collection/CORBIS / Cordon Press

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La sufragista incansable

De entre todas las pioneras británicas del siglo XX destacan, sin duda, las mujeres que lucharon para que se reconociera su derecho a votar. Las sufragistas padecieron la incomprensión, las burlas e incluso la cárcel. La Unión Social y Política de las Mujeres, WSPU, dirigida por Emmeline Pankhurst se especializó en llevar a cabo actuaciones que tenían una gran resonancia en la prensa, y que muchas veces incluían el uso de violencia y conllevaron la detención de sus protagonistas. La fotografía muestra Pankhurst siendo detenida el 21 de mayo de 1914 tras intentar acceder al palacio de Buckingham para entregar sus peticiones al rey Jorge V. 

getrude bell

Foto: Rue des Archives/RDA / Cordon Press

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Una mujer de orden

No todas las pioneras sirvieron a la causa del feminismo ni defendieron los derechos de las minorías. Gertrude Bell era una ferviente opositora al sufragio femenino e hizo campaña en su contra. Su familia poseía una importante industria siderúrgica y ella disfrutó de todos los privilegios de su clase. Fue la primera mujer en conseguir el grado con honores en Historia Moderna en la Universidad de Oxford y trabajó como funcionaria de Imperio británico en Oriente Medio. Fue conocida como la "Lawrence de Arabia femenina" y contribuyó a vertebrar la administración colonial en la región. En la imagen sobre estas líneas, en la segunda fila, a la izquierda, posa en una foto de familia de la Conferencia de El Cairo de 1921, en la que los británicos decidieron el modelo de control de las provincias otomanas de Irak ocupadas por ellos al final de la Gran Guerra.

mary pickford

Foto: Cordon Press

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La gran estrella de Hollywood

A inicios del siglo XX Hollywood se convirtió en la capital del gran entretenimiento de masas del siglo XX, el cine. Uno de los elementos principales de esta nueva industria fueron los actores. Poco a poco se convirtieron en el ingrediente más atractivo del cartel de una película. Entre las primeras estrellas destacaron varias actrices y por encima de todas se situó Mary Pickford con sus papeles de niña pobre de rubios tirabuzones. En la imagen aparece sentada en 1919 firmando durante el acto de fundación de United Artists. Ninguneados por los estudios que controlaban férreamente su trabajo y sus emolumentos, Pickford y otras tres estrellas masculinas, Douglas Fairbanks, que se convertiría en su marido, Charles Chaplin y el director D.W. Griffith decidieron fundar su propia productora para tener el contro de su trabajo. 

Una bioquímica eminente

Foto: City of Vancouver Archives

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Una bioquímica eminente

En esta fotografía de la asamblea de la Sociedad Estadounidense de Técnicos de la Remolacha Azucarera, celebrada en Denver en 1946, aparecen cerca de 200 personas. Todas ellas hombres, excepto una mujer vestida con elegancia que aparece colocada en la segunda fila y que probablemente era uno de los participantes más cualificados de la asamblea. Hasta llegar aquí, la vida profesional de Elizabeth Roboz fue una carrera de obstáculos. Judía húngara, abandonó su país natal al ser excluida de la universidad por las leyes antisemitas. Tras estudiar en Viena, en 1940 se trasladó a Estados Unidos, donde hizo investigaciones avanzadas sobre varios cultivos, entre ellos la remolacha. Eso no impidió que una universidad le negara el derecho a acceder a una cátedra por ser mujer. Más tarde se especializó en bioquímica y contribuyó a desarrollar la nueva disciplina de la neuroquímica, en la que investigó las causas de la esclerosis múltiple. Se casó con el ingeniero Hans Einstein, hijo de Albert Einstein.

Obrera en un astillero

Foto: MASC , Washington State University Libraries

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Obrera en un astillero

Este grupo de obreros del astillero de Aberdeen, en la costa oeste de Estados Unidos, posa con satisfacción por la misión cumplida. En octubre de 1918 habían construido, en poco más de dos semanas, un carguero de madera destinado al esfuerzo bélico del país, inmerso en la primera guerra mundial, si bien el conflicto terminaría apenas dos semanas después. En el centro de la imagen aparece una mujer fornida, con los brazos en jarras y la misma sonrisa  de orgullo que sus compañeros. Aunque no se conoce su identidad, es muy probable que fuera una trabajadora más del astillero, pues en otras fotografías tomadas durante esos años aparecen mujeres ocupadas en labores de carpintería. Aun así, Immy Humes contempla la posibilidad de que fuera una simple visitante que hubiera ido a animar y divertir a los hombres y actuara como "mujer mascota", posando sola rodeada de hombres.

Reina de una banda de atracadores

Foto: New York Daily News Archive / Getty Images

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Reina de una banda de atracadores

El 7 de febrero de 1931, el diario The New York Daily News publicó esta fotografía de una banda de once delincuentes que acababan de ser condenados a penas de hasta 30 años de cárcel por los más de cien atracos que habían cometido en tiendas y restaurantes de Nueva York. En el centro aparece una mujer joven de apariencia llamativa. Viste un abrigo largo de cordero persa negro, falda con volantes, lujosos zapatos y un peinado bob marcelado. Se llamaba Virginia Wright, aunque en el mundo de la delincuencia se la conocía más por su apodo Bobbie Bates, y tenía 22 años. En aquel entonces a las mujeres implicadas en el hampa de Nueva York se las conocía como gun moll, término de argot de origen yidis que significa literalmente "prostituta del ladrón", o bien como queens, "reinas", en referencia a la autoridad que ejercían sobre sus compañeros. Pero tal vez Bobbie Bates no fuera después de todo la jefa porque fue condenada tan sólo a entre 3 y 6 años de prisión.

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Foto: Associated Press

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Militante de los derechos civiles

En muchas ocasiones, la condición de mujer supone una discriminación añadida a la cuestión racial. Gloria Richardson fue una líder del movimiento proderechos civiles de Cambridge, en el estado de Maryland, vecino de Washington D.C. Richardson debía hablar ante la multitud en la histórica marcha sobre Washington por los derechos civiles de 1963, pero un miembro masculino del comité organizador le arrebató el micro antes de que pudiera hacerlo "por ser mujer, entre otras cosas", afirmaría ella misma. La fotografía la muestra pocas semanas antes durante una protesta, apartando la bayoneta de un miembro de la Guardia Nacional mientras se dirige a la multitud para convencerla de que se disperse antes de que se produzcan disturbios. A pesar de este gesto apaciguador, Richardson era partidaria de no retroceder mientras protestaba por la desigualdad racial, "de o contrario vas a seguir protestando por las mismas cosas dentro de 100 años", decía. 

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Foto: Associated Press

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La editora

Cuando Eugene Meyer abandonó el Washington Post para dirigir el Banco Mundial, cedido la mayoría de acciones del periódico a su yerno Philip Graham en vez de a su hija. Katharine Graham (de soltera Meyer) debía ser una más de las mujeres de la alta sociedad estadounidense hijas y esposas de respetables empresarios de la comunicación, pero al morir su marido, en 1963, tuvo que hacerse cargo de la cabecera que haría historia destapando el caso más sonado de corrupción presidencial de la historia de Estados Unidos, el Watergate. A pesar de ser mujer no se arredró ante las presiones y amenazas de todos los hombres de Richard Nixon para que detuviera las informaciones que acabarían por provocar la dimisión del presidente de EE. UU. En la imagen sobre estas líneas, tomada en 1975, destaca por ser la única mujer en formar parte de la junta directiva de la agencia Associated Press, copada por una multitud de hombres blancos de mediana o edad avanzada.  

Orimera ministra sin complejos

Foto: Keystone / Getty Images

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Primera ministra sin complejos

En la historia del acceso de las mujeres a la política, Margaret Thatcher fue, sin duda, una pionera. Antes de su designación como primera ministra de Gran Bretaña en 1979, sólo Ceilán, India, Argentina e Israel habían tenido mujeres en puestos equivalentes. Su carrera fue una demostración de empeño y ambición que pasaron por encima de todo prejuicio de género. Hija de un tendero, fue la primera de su familia en ir a la universidad (la de Oxford), donde estudió Química. Luego estudió Derecho al tiempo que criaba a dos hijos. Ante sus compañeros del Partido Conservador, que la eligieron líder en 1975, le gustaba alardear de sus dotes femeninas. "En política, si quieres que alguien hable, pídeselo a un hombre. Si quieres hacer algo, pídeselo a una mujer", dijo en una ocasión. Pero Thatcher era totalmente ajena al feminismo y a la solidaridad entre mujeres, como prueba que en su primer Gobierno (en la imagen) todos los ministros fueran hombres.