"Un día en Pompeya", de Fernando Lillo. Espasa, Madrid (2020). 248 páginas, 19,90 euros
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La vida de los habitantes de una ciudad romana
Fernando Lillo es profesor de latín y griego y un gran conocedor del mundo clásico, tema sobre el que ha impartido conferencias y publicado numerosas obras, entre ensayo y novela histórica. Su última publicación, Un día en Pompeya, no es ni una novela ni una guía para visitar el famoso yacimiento, sino el relato, basado en «hechos reales», del día a día en la ciudad, poco antes de la catastrófica erupción del Vesubio en el año 79 d.C.
El autor relata la jornada de un grupo de personajes de diversas clases sociales. Con una ligera dosis de ficción o recreación literaria, cada historia se basa en las evidencias arqueológicas y documentales, particularmente en grafitis. Por las páginas del libro desfilan personajes como Eufemo, un agricultor que llega a Pompeya a vender sus productos; Gayo Cuspio Pansa, un rico candidato en plena campaña electoral; el panadero Terencio Neón; Estéfano el lavandero; el adorador de Isis Popidio Natal...
El lector también puede entrar en uno de los doscientos «bares» que había repartidos por Pompeya, el de Aselina y sus chicas; echar un vistazo a las vidas de Celado el gladiador y Fortunata la prostituta, e incluso asistir a una cena de gala en la lujosa villa de los Misterios, situada a las afueras de la ciudad. En la última parte del libro se recrea cómo pudo ser el final de todas estas personas el día del desastre, hora a hora. Todo ello gracias a que en Pompeya, con la erupción del Vesubio, en palabras del autor, «la vida se detuvo encapsulada en el tiempo».
Texto: Carme Mayans