Grandes enigmas

La masacre de los habitantes de Sandby borg

Los cuerpos sin vida de adultos y niños encontrados en un fuerte de la isla de Öland llevan a preguntarse quién los mató.

Vista aérea de Sandby borg, junto a la costa de la isla sueca de Öland, en el mar Báltico. Los restos de  su muralla ovalada son claramente visibles.

Vista aérea de Sandby borg, junto a la costa de la isla sueca de Öland, en el mar Báltico. Los restos de su muralla ovalada son claramente visibles.

Foto: Daniel Lindskog

En la primavera de 2011, los arqueólogos del Kolmar County Museum comenzaron a excavar los restos de un antiguo fuerte oval en la isla sueca de Öland, a unos kilómetros de la costa sur del país, en el mar Báltico. Se había decidido tantear el yacimiento, llamado Sandby borg, después de que una prospección con detectores de metales hubiera localizado cinco posibles pozos de saqueo, depósitos de bienes de lujo escondidos por temor a robos.

Se trataba, pues, de un trabajo rutinario, o al menos esto pensaban los estudiosos. Pero su perspectiva cambió enseguida, cuando a pocas decenas de centímetros de la superficie de lo que fue una casa empezaron a surgir esqueletos humanos. Sus posturas antinaturales, y los terribles traumas observados en los huesos no dejaban dudas sobre las razones de su muerte: los habitantes de la aldea habían tenido un final horrible. Y lo que era aún más increíble: nadie se había tomado la molestia de mover aquellos cuerpos. Este hecho sugería que el lugar se había abandonado para siempre tras el ataque y que posiblemente no había habido supervivientes.

Dada la importancia de los hallazgos, comenzó el estudio a fondo de Sandby borg, y hoy, tras repetidas campañas de excavación, contamos con datos que nos permiten comprender las dimensiones de aquella tragedia.

Labores de excavación en Sandby borg. Únicamente se ha excavado en torno a una décima parte de sus 5.000 m2 de superficie.

Labores de excavación en Sandby borg. Únicamente se ha excavado en torno a una décima parte de sus 5.000 m2 de superficie.

Foto: Daniel Lindskog

Una furia ciega

Sandby borg es uno de los al menos quince fuertes circulares (ringforts) que se construyeron hace unos mil quinientos años en la isla de Öland. Su muralla ovalada, con quizá cuatro puertas y una altura de entre cuatro y cinco metros, encerraba un área de unos 5.000 metros cuadrados donde se levantaban 53 casas, según se podía apreciar en las fotografías aéreas. Hasta 2018, las excavaciones se centraron en nueve viviendas, en tres de las cuales se hallaron nada menos que 26 esqueletos, que yacían en su interior o en los espacios comunes adyacentes.

Algunos estaban enteros y otros, desarticulados, aunque no se puede determinar si los cuerpos fueron desmembrados antes o después de la muerte. Una cosa es segura: la furia destructora que se abatió sobre la aldea no perdonó a nadie. En el edificio 40 aparecieron nueve cadáveres, entre ellos el de un niño de entre dos y cinco años, y el de un recién nacido de unos tres meses. Los cráneos de por lo menos cuatro adultos muestran graves traumatismos, lo que indica que recibieron golpes muy violentos que les provocaron una muerte casi instantánea.

La dinámica de la matanza deja sin aliento. Un anciano fue golpeado con violencia, acabó cayendo boca abajo en el hogar de su casa y, si no falleció a causa del golpe, debió de morir tras atroces sufrimientos. Un adolescente agonizó durante largo tiempo, como demuestran las heridas que sufrió y la postura encogida en la que fue encontrado. No faltan los hallazgos inquietantes. En el cráneo de un adulto aparecieron clavados cuatro dientes de oveja. ¿Por qué motivo? Para los antropólogos podría ser un último ultraje obra de los atacantes, una especie de maldición para impedir que el alma del difunto pudiera pasar en paz al otro mundo.

Los animales fueron víctimas colaterales del ataque. Dentro de las viviendas y en la calle se han descubierto esqueletos de perros y de ovejas, e incluso de un caballo. Algunos tal vez murieron a manos de los asaltantes, otros debido al derrumbe de las casas en llamas y también de hambre en los días o las semanas posteriores, cuando no recibieron alimento.

Como nadie se ocupó de dar sepultura a los muertos, ni de recuperar los numerosos objetos de valor que los arqueólogos han descubierto por todas partes, el yacimiento permaneció intacto hasta nuestros días, como una especie de máquina del tiempo; de ahí que los investigadores lo hayan calificado de «pequeña Pompeya» sueca.

Además de objetos de la vida diaria (cerámicas, vajillas y diversos utensilios), en las viviendas también se han encontrado adornos para el pelo de magnífico acabado, perlas de cristal multicolores y, sobre todo, objetos de adorno en plata dorada: anillos, pendientes, brazaletes, hebillas, alfileres... Hay también un cierto número de conchas de ciprea, producto llegado de las lejanas costas del Mediterráneo, que prueba que los habitantes de la aldea se dedicaban a intercambios con el continente.

El comercio con Roma y el servicio en su ejército enriquecieron a las élites de la región de Öland

Pero la verdadera sorpresa ha sido el hallazgo en la casa 40 de un sólido áureo del emperador romano Valentiniano III, que reinó entre 425 y 455. La forma en que esta moneda llegó a Öland es objeto de debate. Aunque no se puede excluir el tráfico comercial, es más probable que se trate de un donativo concedido por algún emperador a un mercenario, quizás originario precisamente de esta aldea, que habría militado en las filas del ejército romano.

Colgante de una funda de espada, en plata dorada, hallado en la casa 40.

Colgante de una funda de espada, en plata dorada, hallado en la casa 40.

Foto: Daniel Lindskog

Los culpables

¿Por qué fue atacado Sandby borg? ¿Y cuándo? Los estudiosos han lanzado la hipótesis de que la masacre tuvo lugar hacia finales del siglo V, en tiempos de la caída del Imperio romano de Occidente. Este último hecho provocó una serie de reacciones en cadena que repercutieron en la lejana península escandinava.

Aunque las legiones romanas nunca ocuparon esta región, sabemos que entre los siglos II y V las poblaciones locales, guiadas por fuertes aristocracias militares, mantuvieron con aquel poderoso vecino del sur relaciones comerciales que incluían el intercambio de metales y bienes de lujo. Pero esto no era todo. Roma necesitaba continuamente nuevos reclutas para llenar los huecos de su ejército. Los mercenarios nórdicos eran una magnífica solución, y muchos guerreros escandinavos abrazaron la oportunidad de combatir para el Imperio romano.

De este modo, el comercio a larga distancia y el servicio militar permitían a las élites nórdicas obtener riqueza y prestigio que contribuían a asegurar su posición en lo alto de la jerarquía social. Pero este sistema fue desapareciendo con la disolución de las fronteras imperiales, y comenzó una fase de fortísimas turbulencias sociales que los historiadores escandinavos han llamado período de las Migraciones, entre los años 440 y 550. En las regiones bálticas y escandinavas, esta época se caracterizó por una reducción radical de los asentamientos permanentes y el abandono del campo.

Es posible, pues, que la destrucción de Sandby borg sea un ejemplo de la violencia de aquel período. ¿Quiénes fueron los autores de la masacre? Por ahora, todo son hipótesis. Hay quien se inclina por una razia marítima o quien cree que pudo tratarse de un ajuste de cuentas entre las élites de Öland por el control de los recursos disponibles; tal vez los autores de la matanza devinieron la nueva élite gobernante. Quizá nuevas excavaciones proporcionen las piezas que faltan en este intrincado acertijo.

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Broche de plata dorada hallado en el pozo de saqueo de la casa 40.

Broche de plata dorada hallado en el pozo de saqueo de la casa 40.

Foto: Daniel Lindskog

Una fortuna en joyas

En cada uno de los cinco escondrijos (llamados «pozos de saqueo») de Sandby borg se halló un broche de plata dorada, probablemente de fabricación local y perteneciente a una mujer de la aristocracia. También aparecieron anillos, pendientes de plata dorada y cuentas de cristal.

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Cráneo humano de Sandby borg.

Cráneo humano de Sandby borg.

Foto: Daniel Lindskog

El verano más cruel

Dentro de la casa 40 estaban apilados 8 esqueletos de cordero de 3 a 6 meses de edad, que debían de pertenecer a los moradores; como los corderos nacen en primavera, el ataque debió de tener lugar entre finales de primavera y comienzos de otoño.

Este artículo pertenece al número 196 de la revista Historia National Geographic.