Figuras políticas

Kemal Atatürk, el modernizador de hierro

Hace cien años, Mustafá Kemal, luego llamado Atatürk, expulsó de Turquía a los ejércitos extranjeros y puso en marcha una occidentalización radical de la sociedad turca.

Kemal Atatürk

Kemal Atatürk

Kemal Atatürk con su traje de comandante del ejército otomano en 1918.

Granger / Album

A finales del siglo XIX, el Imperio otomano, que tres siglos antes había sido una superpotencia mundial, estaba al borde del colapso, sobrepasado técnica y económicamente por Occidente. Sus gobernantes, los sultanes, veían cómo sus antiguas posesiones en Europa y el mundo árabe se les escapaban de las manos. 

El movimiento de los Jóvenes Turcos quiso frenar ese declive, y en 1908 desencadenó una revolución que destronó al sultán absolutista Abdul Hamid I para instaurar una monarquía parlamentaria. Pero sus dirigentes cometieron el error fatal de intervenir en la primera guerra mundial. Derrotado, el Gobierno firmó el armisticio de Mudros el 30 de octubre de 1918, un acuerdo que suponía el total desmantelamiento del Imperio. 

Lo más grave, sin embargo, era lo que sucedía en la península de Anatolia, habitada mayoritariamente por población de lengua turca. Allí, las potencias europeas vencedoras impusieron la creación de una Armenia independiente, la concesión de la autonomía a los kurdos y la presencia griega en Tracia oriental y en la costa occidental de Anatolia. A finales de año, tropas francesas, británicas e italianas ocuparon varias partes del país, incluida la capital, Constantinopla. Algunos hablaban incluso de convertir a Turquía en un protectorado occidental. 

Cronología

Caudillo y político de acción

1881

Mustafá nace en el seno de una familia turca de Salónica. En la escuela le dan el apodo de Kemal, por el que será conocido.

1915

En la primera guerra mundial, Kemal tiene un papel decisivo en la victoria otomana sobre los aliados en Galípoli.

1923

Rechazada la invasión griega de Anatolia, Kemal entra en Estambul y asume el poder en lugar del sultán.

1924

Es abolido el califato, uno de los cambios que hacen de Turquía un Estado laico siguiendo el patrón de Occidente.

1938

Atatürk, «el padre de los turcos», como era llamado Kemal desde 1934, muere en Estambul por una cirrosis.

 

 

Un líder providencial

Pese al terrible desgaste de la guerra mundial, los turcos comprendieron que estaban ante una amenaza a su existencia como pueblo. La ocupación extranjera, y especialmente la amenaza de los griegos, que en 1919 iniciaron una invasión de Turquía, despertó en toda Anatolia la efervescencia nacionalista

Lo único que necesitaban los descontentos era un líder que los uniese. Y fue el propio Mehmed VI quien se lo proporcionó al enviar al sureste de Anatolia, en mayo de 1919, a un general que había alcanzado gran renombre durante la guerra mundial, particularmente por su participación en la batalla de Galípoli, una de las pocas victorias otomanas durante la contienda. Su nombre era Mustafá Kemal

En 1919, Kemal encabezó la resistencia turca contra la ocupación extranjera

El Gobierno del sultán confió en él para restaurar la disciplina en el principal ejército que le quedaba al Imperio. Sin embargo, Kemal tenía otros planes. A los pocos días de desembarcar en el puerto de Samsun, en el mar Negro, decidió abandonar su misión original y ponerse al frente de la resistencia militar contra la ocupación extranjera. Un congreso de fuerzas rebeldes creó un Gobierno provisional presidido por él que fijó su sede en Ankara, una pequeña ciudad en el centro de Anatolia. 

Desde allí, Kemal dirigió durante cuatro años una lucha incansable para consolidar el territorio de la nación turca. En el noreste derrotó a los armenios, a los que arrebató importantes territorios. Británicos e italianos aceptaron retirarse. La lucha más virulenta la libró contra los griegos, que en 1921 avanzaron hacia Ankara. A 80 kilómetros de esta ciudad, en el río Sakarya, Kemal logró derrotarlos en una batalla decisiva. La asamblea le otorgó entonces el título honorífico de Gazi, «vencedor». 

 

Guerra greco-turca

Guerra greco-turca

Guerra greco-turca. Ilustración de la derrota final del ejército griego y la huida de la población helena en 1922.

Adoc-Photos / Album

 

De imperio a república

Un año más tarde, ante el avance de las tropas de Kemal, Mehmed VI embarcó en un acorazado británico y huyó al exilio. Kemal se convirtió así en el hombre fuerte de Turquía. Reconocido por las potencias europeas, en 1923 negoció con ellas un nuevo tratado de paz que consagraba la independencia completa de Turquía. Tras la entrada de los nacionalistas en Constantinopla (pronto rebautizada Estambul), el 29 de octubre de 1923 se proclamó la República de Turquía. Kemal fue nombrado presidente.

La victoria militar fue solo el principio. Reelegido presidente hasta su muerte en 1938, Kemal llevó a cabo un programa de modernización sin parangón en la historia del mundo islámico. Su consigna fue la occidentalización total de Turquía, con el objetivo de ponerla en pie de igualdad con los países europeos. Era un programa que prolongaba el de los Jóvenes Turcos –movimiento al que Kemal se había unido en su juventud–, pero también era fruto de su experiencia personal, la de un hombre de cultura cosmopolita que tenía un conocimiento profundo y personal del mundo moderno.

 

Busto de Atatürk

Busto de Atatürk

Busto de Atatürk, en Antalya, vestido al estilo europeo.

Bridgeman / ACI

 

Un otomano europeo

Mustafá Kemal había nacido en 1881 en Salónica, una ciudad griega perteneciente entonces al Imperio otomano y en la que se daba una gran mezcla de comunidades: además de turcos, como la familia de Kemal, había griegos, armenios y judíos. Su padre, un oficial del ejército que murió cuando él era un niño, estableció que se educara en una escuela secular moderna, mientras que la madre habría preferido llevarlo a una religiosa. 

A los 12 años Kemal ingresó en una academia militar. Luego, como oficial, desempeñó múltiples misiones en el extranjero que conllevaron largas estancias en Francia, Austria y Alemania, estancias que aprovechó para empaparse del modo de vida europeo. En Bulgaria vio que la minoría turca se dedicaba al comercio y que sus mujeres iban sin velo, sin distinguirse de las otras... ¿Por qué los turcos del Imperio no podían hacer lo mismo?, se preguntaba. 

 

Occidentalización

Occidentalización

Occidentalización. Transeúntes paseando por Estambul en 1932, la mayoría vestidos
a la manera occidental.

Süddeutsche Zeitung Photo / Album

En cuanto conquistó el poder, la occidentalización de Turquía se convirtió en la máxima urgencia de su política. Atatürk resumió su ideario en estas palabras: «Si rehusáis entrar resueltamente en la vida moderna, si rechazáis las obligaciones que esta impone, seréis unos leprosos, unos parias, aislados en vuestra
obstinación, con vuestras costumbres de otros tiempos. Sed vosotros mismos, pero aprended a tomar de Occidente lo que es indispensable a todo pueblo evolucionado. Dad entrada en vuestras vidas a la ciencia y a las nuevas ideas. Si no lo hacéis así, seréis devorados».

A sus ojos, el gran obstáculo para esta política se encontraba en la religión islámica. Kemal fue un admirador de la Revolución francesa, especialmente por el modo en que había destruido la influencia de la religión sobre el Estado, y trató de llevar a cabo una revolución del mismo tipo en su país. En 1923, Kemal aceptó que un primo del depuesto sultán conservara el título puramente religioso de califa, pero al año siguiente el califato fue abolido, lo que provocó una enorme conmoción en todo el mundo islámico. En opinión de Kemal, la religión debía ser un asunto privado, una idea opuesta a la tradición islámica, en la cual la religión dominaba todo el espacio público. 

 

La cuestión de las mujeres

Una de las reformas occidentalizadoras más osadas de Kemal fue la de la situación legal de la mujer. En sus viajes por Europa había admirado el comportamiento independiente y autónomo de las mujeres occidentales, que contrastaba con el retraimiento y la subordinación que sufrían en los países islámicos. En unas notas que escribió durante su estancia en el balneario alemán de Carlsbad en 1918 decía: «Hay que tratar la cuestión de las mujeres con audacia. Las mujeres deben llenar su mente de ciencia y de arte. Enseñémosles la cultura y la virtud para que conserven su dignidad». 

Cuando accedió al poder, Kemal demostró con creces tener esa audacia. En 1926 entró en vigor un nuevo código civil que eliminaba el repudio, la poligamia y el matrimonio infantil y establecía la igualdad de herencia entre hombres y mujeres, aunque el hombre seguía siendo cabeza del hogar y la esposa necesitaba permiso del marido para trabajar fuera de casa. 

En abril de 1930 las mujeres pudieron votar, mucho antes que en la mayoría de los países europeos. En febrero de 1935 fueron elegidas 18 mujeres al Parlamento de Ankara. Kemal dio también un ejemplo personal al casarse en 1923 con Latife Usaki, una mujer culta que no se puso velo al casarse y que defendía los derechos de la mujer. Kemal se presentaba en actos oficiales acompañado por ella, algo inusitado en la sociedad musulmana. Sin embargo, pasados tan solo dos años, Kemal y Latife se divorciaron por desavenencias personales. 

El afán occidentalizador de Kemal se extendió igualmente a la indumentaria. Entre las mujeres, aunque no se prohibió oficialmente el velo, se favoreció la vestimenta occidental. Respecto a los hombres, en 1925 Kemal ordenó sustituir el tradicional fez turco (introducido en realidad apenas un siglo antes en lugar del turbante) por el sombrero occidental. Al principio, Kemal se limitó a dar ejemplo y pasearse con un sombrero panamá mientras explicaba a la gente sus ventajas y la prensa sacaba fotos. En una ocasión proclamó: «Nuestra nación merece un vestido civilizado e internacional y lo tendremos. Botas o zapatos en nuestros pies, pantalones en nuestras piernas, camisa y lazo, americana y chaleco. Y, naturalmente, como complemento un sombrero». De vuelta a Estambul todos sus ministros lo recibieron con sombrero. Poco después, una ley estableció su uso obligatorio para los funcionarios. 

 

Fez turco

Fez turco

Fez turco de la primera década del siglo XX.

Album

 

República autoritaria

El gusto de Kemal por lo occidental tenía sus límites, particularmente en política. Formalmente, la nueva república turca se organizó como un sistema parlamentario, pero desde 1923 el Partido Republicano del Pueblo fundado por Kemal actuó prácticamente como partido único. Kemal gobernó siempre de forma autoritaria. 

En 1930 autorizó un partido de oposición moderada, pero lo disolvió en cuanto vio que tenía éxito. También disolvió la asociación de mujeres alegando que ya no era necesaria. Y aplastó sin contemplaciones la rebelión kurda de 1925, que pretendía restaurar el califato y ofrecer el trono del Kurdistán a un hijo del sultán, aunque en el fondo era una revuelta contra la opresión de los turcos. 

Kemal falleció en 1938, a los 57 años, a causa de una cirrosis provocada por su consumo excesivo de alcohol. Por entonces Atatürk, el Padre de los Turcos –nombre que había adoptado en 1934–, era ya una figura legendaria, la del militar y político que había forjado, a partir de un viejo imperio multinacional, una nación unificada y moderna

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Un hombre serio y elegante

Aunque le gustaba reunirse con sus amigos en largas veladas nocturnas regadas con alcohol, Kemal era un hombre serio y reservado, que desprendía fuerza de carácter. Su mirada «fría, acerada y profunda», tal como la definió el biógrafo lord Kinross, impresionaba a todos. Quizá fue eso lo que llevó a un británico que trató con él en 1913, cuando era un oficial desconocido, a escribir a sus superiores: «Fíjense en él. Llegará lejos». Kemal se distinguía también por su extrema elegancia en el vestir a la moda occidental, con trajes que se hacía traer de las mejores sastrerías de Europa.

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Hija adoptiva

En su empresa para la eliminación de los trazos islámicos de la sociedad turca, Kemal también abolió la prohibición de la adopción. Él mismo, que no había tenido hijos con Latife, adoptó a varias muchachas. Una de ellas, Sabiha Gökçen, fue piloto de combate y luchó contra los kurdos en 1937.

 

Sabiha Gökçen

Sabiha Gökçen

Sabiha Gökçen, hija adoptiva de Kemal Atatürk,
vestida de piloto en 1930.

Kharbine-Tapabor / Album

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El alfabeto que necesitaban los turcos

Una de las reformas más trascendentales de Atatürk fue la sustitución del alfabetoárabe por el latino. Escribir y leer la lengua turca en alfabeto árabe siempre había sido problemático y era una de las causas del analfabetismo que sufría la gran masa de población turca. Mustafá Kemal, que desde su juventud escribía a veces en turco con caracteres latinos, estaba decidido desde el principio a introducir la reforma, pero esperó unos años hasta estar seguro de que podría vencer las resistencias, particularmente del clero islámico. En 1928 creó una comisión para la reforma. Cuando uno de sus miembros le dijo que se requerirían cinco años para llevarla a cabo, Kemal replicó tajantemente: «El cambio se hará en tres meses o no se hará jamás». En tres semanas se elaboró un nuevo alfabeto turco basado en el latino, y Kemal en persona hizo una demostración en una plaza de Estambul. El primer texto leído en el nuevo alfabeto decía: «Nuestra rica y armoniosa lengua adquirirá un nuevo brillo con las nuevas letras turcas. Debemos liberarnos de estos signos incomprensibles que durante siglos han encadenado nuestras mentes. Todos deben aprender rápidamente las nuevas letras turcas. Enseñadlas a vuestros compatriotas, a las mujeres y a los hombres, a los mozos de cuerda y a los barqueros».

 

Alfabeto turco

Alfabeto turco

Dos turcos observan un cartel con los nuevos caracteres al estilo occidental.

Alamy / ACI

 

Kemal

Kemal

Kemal, como si fuera un maestro de escuela, enseña a leer los nuevos signos.

Bridgeman / ACI

 

 

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El padre de los turcos

En 1934, el parlamento turco aprobó una nueva reforma occidentalizadora: la adopción de los apellidos. Hasta entonces, los turcos se identificaban por su nombre de pila, añadiendo a veces el del padre. El propio Kemal se llamaba Ali Riza oglu Mustafá, es decir, Mustafá, hijo de Alí Riza; Kemal era un apodo que le dieron en la escuela militar para diferenciarlo de otros Mustafás. Con la nueva ley sustituyó su antiguo nombre de pila Mustafá por el de Kemal y adoptó el apellido Atatürk, «padre de los turcos». Con este nombre sería honrado a su muerte en incontables monumentos repartidos por todo el país.

 

Monumento a la República

Monumento a la República

Monumento a la República en la plaza Taksim de Estambul, con Atatürk al frente.

Neil Farrin / AWL Images

 

Este artículo pertenece al número 239 de la revista Historia National Geographic.