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En 2021, arqueólogos noruegos que estaban excavando en una antigua necrópolis cerca del lago Tyrifjorden descubrieron una piedra de unos dos mil años de antigüedad que parecía contener runas, las letras que componen un conjunto de alfabetos conocidos como alfabetos rúnicos, originarios de los pueblos germánicos. Tras dar a conocer el hallazgo de la Piedra de Svingerud, tal como ha sido bautizada por el lugar donde fue descubierta, los investigadores han afirmado que este hallazgo «puede cambiar nuestro conocimiento sobre la tradición de escritura rúnica temprana y la costumbre de crear piedras rúnicas».
Signos misteriosos
Los arqueólogos creen que la piedra, que mide 31 x 32 centímetros y fue localizada en el interior de un pozo de cremación, pudo formar parte de una lápida más grande. En la parte inferior de la cara frontal se grabaron ocho caracteres en un idioma protogermánico anterior al nórdico antiguo, que han llamado especialmente la atención de los investigadores porque se tallaron más profundamente que el resto: «Lo más probable es que se trate del nombre de una persona, y se lea Idiberug», afirman.
Asimismo, la piedra contiene en su lado derecho tres incisiones que se asemejan a las tres primeras runas del alfabeto rúnico, lo que sugiere que éste pudo ser el primer intento conocido de inscribir parte de este antiguo alfabeto.
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Piedra de Svingerud
Imagen completa de la Piedra de Svingerud
Alexis Pantos/KHM, UiO
La piedra de svingerud es un fragmento de arenisca de Ringerike (el nombre de la cantera de la que procede) que presenta un color marrón rojizo, y en su cara frontal puede leerse lo que parece el nombre de una mujer llamada Idiberug. Según los investigadores podría leerse «Para Idiberug», nombre que podría ser la traducción de un nombre como Idibergu/Idiberga o un nombre de parentesco.
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inscripciones sin caracter lingüístico
Inscripciones sin caracter lingüístico
Alexis Pantos/KHM, UiO
También contiene inscripciones sin caracter lingüístico, como ciertas líneas que forman una especie de cuadrícula (abajo) o pequeñas figuras en zigzag. Según los investigadores, es posible que fueran hechas por alguien que estaba aprendiendo a tallar runas.
Este artículo pertenece al número 231 de la revista Historia National Geographic.