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I. Diferencias
Lucas ignora el relato de Mateo sobre la adoración de los magos, la matanza de inocentes por Herodes y la huida de la familia de Jesús a Egipto. Por su parte, Mateo desconoce lo que cuenta Lucas sobre la concepción y el anuncio del nacimiento del Bautista, la visita de María (futura madre de Jesús) a Isabel (embarazada del Bautista), los cantos del Magnificat y el Benedictus, la visita de los pastores, la presentación de Jesús en el Templo y las profecías de Simeón y Ana en ese momento. Según Lucas, José y María viven en Nazaret y van a Belén para censarse; Mateo no habla de una venida a Belén, ya que José y María viven allí.
II. Ecos del pasado
Diversas escenas reelaboran historias del Antiguo Testamento. Así, en Mateo, el intento de Herodes de acabar con Jesús y la matanza de los inocentes se corresponden con el relato, en el Éxodo, del faraón que quiso matar a Moisés niño y a los hijos de los israelitas. También en Mateo, el sueño de José, padre de Jesús, y la marcha a Egipto son semejantes a la historia del patriarca José en el Génesis, que recibe revelaciones divinas en un sueño y debe ir a Egipto. En Lucas, la descripción de Zacarías e Isabel, padres del Bautista, proviene de la descripción de Abraham y Sara en el Antiguo Testamento.
III. Prodigios
Esta reelaboración del pasado contaba con muchos precedentes. Una vez que pasados los años se conocía la grandeza de un personaje, se confeccionaba a base de tradiciones más o menos fiables, o incluso de leyendas, una historia de su nacimiento en la que se ponían de relieve las circunstancias prodigiosas, maravillosas, divinas…de tal nacimiento. Así ocurrió con el rey persa Ciro el Grande (cuya historia narra Heródoto), con Alejandro Magno (según cuenta Plutarco) o con el filósofo, predicador ambulante y taumaturgo Apolonio de Tiana (relatada por Filóstrato).
Este artículo pertenece al número 196 de la revista Historia National Geographic.