Àlex Sala
Periodista especializado en Arte e Historia del Arte
Actualizado a
· Lectura:
Desde mediados del siglo XIX, millones de personas llegaron a EE. UU. desde todos los rincones del mundo, pero sobre todo de Europa. Nueva York era la puerta de entrada de la inmensa mayoría, entre 1855 y 1890, la ciudad recibió ocho millones de emigrantes. Para gestionar esta afluencia masiva, en 1891 el gobierno federal decidió centralizar la política migratoria –en manos, hasta entonces, de cada estado– y construir un recinto apropiado para recibir esta avalancha en la bahía de Nueva York. Así, a partir de 1892, los todo aquel que llegaba a la Gran Manzana debía pasar por el centro de control migratorio de Ellis Island, donde les hacían una inspección médica y comprobaban si reunían todos los requisitos para instalarse en el país.