Al viajar por las llanuras que forman la región de Flandes, la vista va buscando las torres medievales que despuntan en mitad del paisaje. Apenas hay accidentes geográficos entre las principales poblaciones, cosa que carece de importancia cuando se disfruta de un pasado histórico y artístico tan excepcional.
La ciudad que mejor ejemplifica la importancia de las rutas navegables es Brujas, cuyo nombre deriva de la palabra puente. La plaza del mercado y el antiguo barrio administrativo de Burg reflejan el poder de los mercaderes medievales. En el centro emerge el Belfort –campanario del siglo XIII con 83 metros de altura– por encima de los canales y calles empedradas y, al fondo, los brazos de las grúas de un puerto industrial. Se trata del Zeebrugge, de donde llega el pescado que inunda las cartas de los restaurantes.
Durante la Edad Media, Gante rivalizaba con Brujas y acabó por superarla en el siglo XIV, cuando se convirtió en la mayor urbe de Europa. El centro histórico de Gante se eriza de torres y campanarios que servían de atalayas para controlar los ríos Lys y Escalda. El producto más importante que llegaba a la ciudad era el cereal destinado a la cerveza, que elaboraban cuatro órdenes de monjes mendicantes. Se pueden probar distintas variedades en los locales que hay alrededor de la Vrijdagmarkt. El domingo, sin embargo, es más habitual degustar el champán y las ostras que se venden en los puestos de la plaza Kouter.
Gante está presidida por el Castillo de los Condes, una impresionante fortaleza del siglo XIII; en el norte se halla el encantador barrio de Patershol, con viviendas gremiales de ladrillos, tiendas de diseño y buenos restaurantes. De las torres de Gante, la más impactante es la de la catedral gótica de San Bavón (1200), que custodia el retablo Adoración del Cordero Místico (1432) de los hermanos Van Eyck.
Amberes concentra buena parte de la industria del país, además de ser un centro internacional del comercio de piedras preciosas. Tras 40 minutos de viaje en tren desde Gante, basta salir de la estación y girar a la izquierda para entrar en el barrio del diamante, donde vive una de las mayores comunidades semitas del mundo. Gracias a la corriente de creadores Los Seis de Amberes, surgida en 1980, Amberes es hoy más codiciada por los compradores de moda que por los de brillantes.
Este interés se evidencia en el Modenatie, centro integral de tendencias que incluye academias y exhibiciones especializadas. Otra muestra del vigor de la ciudad se halla en los muelles, junto al río Escalda, zona que se ha remozado y donde se ha construido uno de los nuevos iconos de Amberes, el museo MAS. Por otra parte, en esta ciudad vivió Pier Paul Rubens (1577-1640), cuya huella se ve en Rubenshuis, su hogar y estudio, y en los lienzos expuestos en distintos museos y templos, como la catedral de Nuestra Señora y la iglesia de San Carlos Borromeo.