En 1659 el rey Luis XIV comenzó un tour por varios territorios históricos de Francia meridional antes de casarse con su prima, la infanta española María Teresa de Austria, hija de Felipe IV. Esta boda fue una de las condiciones que se impusieron en el Tratado de los Pirineos para sellar la paz entre España y Francia, que se habían enfrentado en la Guerra de los Treinta Años.
El pacto final tardó más de lo previsto ya que Don Luis de Haro y el astuto Mazarino no se acababan de poner de acuerdo (y eso que el noble español le regaló al italiano veinte caballos andaluces justo antes de una de sus reuniones). Luis XIV no podía volver a la capital sin su esposa y el cardenal era consciente de ello. Por este motivo el hombre más poderoso de Francia y valido del Rey Sol lo envió de gira por Provenza y Languedoc con su madre, Ana de Austria (hermana de Felipe IV), y su hermano, el duque de Anjou, por dos motivos: tener tiempo suficiente para llegar a una entente con España y ganarse las simpatías de los habitantes del Languedoc, una provincia histórica muy poco afín a París sobre todo después del gobierno centralista del cardenal Richelieu.

A raíz de las desavenencias entre los diplomáticos que estaban pactando su boda, el rey Luis XIV se embarcó en un viaje por la región francesa del Lenguadoc en 1659. La obra es de Hyacinthe Rigaud, quien lo pintó en 1701 para el nieto del rey, Felipe V.
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Jean Nocret pintó este retrato de María Teresa de Austria en el siglo XVII. Su matrimonio con el Rey Sol selló la paz entre Francia y España, que se habían visto enfrentadas en la Guerra de los Treita años.
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Béziers, un alto en el periplo real
Una de las localidades que recorrió la comitiva real en este itinerario por el Languedoc fue Béziers, a orillas del río Orb, ubicada en el actual departamento de Hérault. Luis XIV y su madre, Ana de Austria, se alojaron en el Palacio Episcopal, ubicado al lado de la magnífica catedral gótica de Saint-Nazaire.
El Canal du Midi, construido bajo el reinado de Luis XIV, se inauguró con el nombre de Canal Royal du Languedoc pero tras la Revolución Francesa cambió de nombre
En Béziers está quizás uno de los legados más importantes que se forjó bajo el reinado del Rey Sol: las 9 esclusas de Fonséranes del Canal du Midi, una obra cumbre de la ingeniería del siglo XVII. Lo impulsó Pierre-Paul-Riquet quien presentó a Jean-Baptiste Colbert, el todopoderoso ministro Hacienda de Luis XIV, un proyecto para unir el río Garona desde Toulouse hasta el mar Mediterráneo. En el año 1666 el rey Luis XIV dio luz verde a la obra finalizándose en el 1681. Se inauguró con el nombre de Canal Royal du Languedoc pero, tras la Revolución Francesa, adoptó la nomenclatura de Canal du Midi. El saber hacer de Pierre-Paul Riquet, quien invirtió casi toda su fortuna en esta obra faraónica, hizo que las embarcaciones salvasen un desnivel de más de 20 metros en 300 metros de longitud. En el momento álgido de su construcción el Canal du Midi tuvo 12.000 trabajadores, con muy buenas condiciones salariales para aquella época.

Saint-Nazaire de Béziers
Las aguas calmas del río Orb discurren a los pies de la catedral gótica de Béziers ubicada sobre un promontorio. Los elementos propios de un castillo defensivo otorgan un aspecto de fortaleza robusta poco asociado a un templo religioso.
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Pézenas, parada y fonda
Luis XIV recorrió con su cortejo real las calles empedradas de Pézenas, también en Hérault (hoy en la actual región de Occitania - Sur de Francia). En el Hôtel de Peyrat (también llamado de Montmorency), un palacete del siglo XVII que acoge en la actualidad la oficina de turismo de la localidad, durmió Luis XIV en su viaje prenupcial. Otro lugar de Pézenas vinculado con este itinerario fue el Palacio Lacoste donde tuvo lugar la recepción que el Príncipe de Conti brindó al Rey Sol en el año 1660.
Por su parte, en el Hôtel Flottes de Sébasan se alojó la reina-madre Ana de Austria, mientras que el duque d’Anjou descansó en el Hôtel d’Alfonce, una construcción del siglo XVII que también tuvo otro huésped muy especial: el dramaturgo Jean-Baptiste Poquelin, más conocido como Molière.
El Hôtel d’Alfonce, del siglo XVII, también tuvo otro huésped muy especial: el dramaturgo Jean-Baptiste Poquelin, más conocido como Molière

Pézenas
La ciudad medieval de Pézenas está ubicada entre Béziers y Montpellier. El entramado urbano es original de la Edad Media y conserva un bonito casco antiguo.
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Montpellier, homenaje al Rey Sol
El itinerario por Languedoc a través de las huellas de Luis XIV llega a su capital, Montpellier, urbe que rinde homenaje a este monarca con una estatua ecuestre con su efigie y una plaza, la Promenade du Peyrou. Luis XIV, que visitó Montpellier en dos ocasiones en el año 1660, tiene otro espacio que honra su reinado, un arco del triunfo, también llamado Puerta de Peyrou. Asimismo Montepellier elogia la figura del Rey Sol en la línea 4 de su moderna red de tranvías.
Muy cerca de la capital del Languedoc está el Château de Flaugergues, una mansión del siglo XVIII muestra de las residencias aristocráticas que se edificaron en la campiña en tiempos del rey Luis XIV y su sucesor Luis XV y que recibieron el nombre de folies. Estas mansiones fueron construidas por comerciantes, notables o próceres que, además de tener casa en la urbe, disfrutaban de una residencia en la periferia a la que se trasladaban cuando llegaba el verano. En la actualidad Henri Colbert, descendiente del antes mencionado ministro Jean-Baptiste Colbert, es el propietario de esta mansión que tiene además unos preciosos jardines franceses y una bodega donde se producen excelentes vinos.

Château de Flaugergues
Esta mansión del siglo XVIII cuenta con una extensión de parques y jardines que ocupan 5 hectáreas, además de una importante colección de muebles de época.
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Escala en Sète
Luis XIV hizo noche en Béziers, Pézenas y Montpellier si bien hay otros sitios de la región del Languedoc en los que el monarca galo dejó su impronta pese a que no los visitara durante aquel periplo prenupcial. Uno de ellos es Sète, cuyo puerto mandó construir en un lugar estratégico para ser la salida al mar del Canal du Midi.
La edificación del puerto de Sète tiene una historia muy interesante. Luis XIV quería una gran dársena en el Languedoc para poder mostrar el poder de la corona francesa a los comerciantes extranjeros. Por lo que, para su inauguración en el año 1666, ordenó construir una maqueta a escala real con las fachadas de los edificios pintadas sobre lienzos para simular que allí había ya construida una gran ciudad y dejar boquiabiertos a todos los allí presentes. La operación de marketing del Rey Sol funcionó y el puerto de Sète se convirtió desde entonces en uno de los más estratégicos en el Mediterráneo.

Puerto de Sète
Aunque no formó parte del viaje real, en esta ciudad mediterránea hay uno de los legados más importantes de Luis XIV: el puerto.
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Tras la boda
La boda entre Luis XIV y María Teresa de Austria se celebró finalmente en San Juan de Luz el 9 de junio del año 1660 y fue oficiada por el obispo de Bayona. Para garantizar que ningún descendiente de este matrimonio tuviera la oportunidad de reclamar el trono español se pactó el pago de una dote de 500.000 escudos de oro a Francia. Dicho dinero nunca fue abonado por lo que un nieto de esta pareja, Felipe V, fue el primer miembro de la dinastía Borbón que se convirtió en rey de España en el año 1700.