El Parque Arqueológico de la Vía Latina, situado al sureste de Roma, es uno de los complejos arqueológicos más destacados de la periferia de Roma. Desde el pasado 17 de octubre ha redoblado su extensión y cuenta ahora con casi dos hectáreas visitables, según ha informado recientemente la Superintendencia Especial de Bienes Arqueológicos de Roma. Permite recorrer un tramo largo de la Vía Latina, una de las calzadas romanas más antiguas, que se dirigía en dirección sureste hacia la Campania. El visitante puede experimentar, a lo largo de unos centenares de metros, el aliento de un trayecto frecuentado durante siglos
, en palabras de la superintendente Mariarosaria Barbera. Esta parte del recorrido conserva el aspecto que tenía en época romana, con el pavimento empedrado delimitado por bordillos y rodeado de edificios de los siglos I y II d.C.
Tumbas hipogeas
El trazado de la antigua Vía Latina, que conectaba Roma con Capua, ya se utilizaba en época protohistórica como un enlace fundamental entre la Italia etrusca del norte y el sur griego e itálico. Actualmente se puede acceder al Parque Arqueológico de la Vía Latina con un autobús que parte del centro de Roma o caminando desde la estación de metro Arco di Travertino. La visita al parque es gratuita, mientras que para acceder a las tumbas hipogeas hay que hacer una reserva telefónica y pagar dos euros. La calzada romana corre entre espectaculares monumentos fúnebres como la Tumba de los Pancracios, con sus refinados y coloreadísimos frescos hipogeos, perfectamente conservados y bien restaurados, o la Tumba de los Valerios, con la bóveda subterránea enteramente decorada con 35 medallones en estuco blanco
, explica Marina Bertinetti, la directora del parque.