En venta un búnker de la Alemania nazi en la isla de Guernsey, en el canal de la Mancha

Un búnker de hormigón construido por el ejército alemán en la isla de Guernsey, en el canal de la Mancha, está en venta por 155.000 libras esterlinas (unos 175.000 euros)

1 /14

Foto: Swoffers

1 / 14

Búnker de hormigón

El búnker de la Alemania nazi, una sólida construcción de hormigón, está ubicado frente a la playa, en la costa oeste de Guernsey, una isla situada en el canal de la Mancha, entre Francia y Gran Bretaña.

Foto: Swoffers

2 / 14

Puerta de entrada

Una de las dos puertas de la zona de entrada.

Foto: Swoffers

3 / 14

Zona de entrada

Zona de entrada al búnker, utilizado en los últimos años como almacén.

Foto: Swoffers

4 / 14

El enemigo también escucha

Una frase alemana habitual en la Segunda Guerra Mundial, que significa lo siguiente: "¡Atención, el enemigo también escucha!".

Foto: Swoffers

5 / 14

Antiguo dormitorio

Antiguo dormitorio con literas, que tenía cabida para doce hombres.

Foto: Swoffers

6 / 14

Instrucciones

Instrucciones que se debían seguir en caso de un ataque con gas.

Foto: Swoffers

7 / 14

Interior del búnker

Uno de los espacios del interior del búnker.

Foto: Swoffers

8 / 14

Antigua ducha

Habitación que tenía una ducha y diferentes indicaciones en las paredes: "La luz apagada cuando la puerta esté abierta".

Foto: Swoffers

9 / 14

Conducto de la estufa

"Ofenrohr" es el conducto de la estufa.

Foto: Swoffers

10 / 14

Indicación en alemán

La frase en alemán indica lo siguiente: "En caso de peligro por gas cerrar todas las puertas".

Foto: Swoffers

11 / 14

Trampilla de evacuación

Trampilla de evacuación que permitía escapar a través de un túnel hasta la superficie.

Foto: Swoffers

12 / 14

Túnel secreto

Túnel secreto para escapar en caso de peligro.

Foto: Paul Bourgaize

13 / 14

Frase en alemán

Frase en alemán pintada en el muro donde estaba el teléfono.

Foto: Paul Bourgaize

14 / 14

"La paciencia trae rosas"

La frase dice lo siguiente: "La paciencia trae rosas".

Para saber más

trincherasoderbruch3

Soldados anónimos de la Segunda Guerra Mundial

Leer artículo

Un búnker de la Alemania nazi, sólidamente construido a partir de agosto de 1942, en plena Segunda Guerra Mundial, está en venta por 155.000 libras esterlinas (unos 175.000 euros) en la costa oeste de Guernsey, una isla situada en el canal de la Mancha, entre Francia y Gran Bretaña. "Se trata de una oportunidad emocionante y única de adquirir un pedazo de la historia de Guernsey", asegura la agencia inmobiliaria Swoffers, aclarando que "con los permisos apropiados podría convertirse en un chalé vacacional diferente".

Las islas del canal de la Mancha, ocupadas por la Wehrmacht en 1940, fueron el único territorio británico ocupado por la Alemania nazi. La fortificación de estas islas formó parte del Muro Atlántico, un gigantesco proyecto de los nazis para impedir una invasión del continente europeo desde Gran Bretaña y por parte de los Aliados. El control de las islas del canal de la Mancha se convirtió en una obsesión para Hitler y por eso se empleó una enorme cantidad de hormigón para protegerlas.

"El propósito principal del búnker era proteger a las tropas en caso de bombardeo u otro tipo de ataque previo a una invasión. Había una habitación en la que los hombres permanecían a la espera, aunque es posible que tuvieran alojamientos más confortables en las casas vacías de las cercanías", explica a National Geographic Paul Bourgaize, uno de los coordinadores de Festung Guernsey, un grupo dedicado a la investigación y protección de las fortificaciones alemanas de la isla de Guernsey. El búnker no sufrió daños porque el temido ataque de los Aliados finalmente no se produjo. Una frase en alemán pintada en el muro donde estaba el teléfono dice lo siguiente: "La paciencia trae rosas".

El búnker está ubicado frente a la playa y en la parte trasera incluye dos campos de unos 8.000 m². La zona de entrada tiene dos puertas, una en cada lado, que conducen a una sola puerta que estaba blindada, a través de la cual se accede a una habitación que tenía una ducha. A continuación había un dormitorio con literas para doce hombres y una estufa para calentar el ambiente y la comida. A mano derecha se abre una habitación que tenía un sistema de ventilación para purificar el aire en caso de un ataque con gas y una trampilla de evacuación que permitía escapar a través de un túnel hasta la superficie.

"En 1948, una vez finalizada la guerra, se utilizaron las partes metálicas de los búnkeres como chatarra. A partir de ahí no hay mucha información sobre el uso del búnker, pero probablemente fue usado como almacén por el propietario del terreno", concluye Bourgaize.