Unos 7.000 pacientes de un antiguo manicomio yacen en un campus de Estados Unidos

El Centro Médico de la Universidad de Misisipi se propone construir un edificio o monumento en recuerdo de aquellas personas que vivieron y murieron al margen de la sociedad

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Foto: The University of Mississippi Medical Center

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Exhumación de restos mortales

Exhumación de restos mortales del antiguo manicomio del estado de Misisipi, durante el proyecto de construcción de una carretera, en 2013. Con el paso del tiempo, los ataúdes se han comprimido por la presión de la tierra. 

Foto: The University of Mississippi Medical Center

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Excavaciones arqueológicas

Excavaciones arqueológicas realizadas en 2013. 

Foto: The University of Mississippi Medical Center

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Antiguo manicomio

Antiguo manicomio del estado de Misisipi, construido en 1855 y que funcionó hasta 1935.

Foto: The University of Mississippi Medical Center

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Tumbas anónimas

Las tumbas contienen los restos de individuos anónimos, que vivieron y murieron al margen de la sociedad. 

Foto: The University of Mississippi Medical Center

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Ataúdes

Los ataúdes, sin inscripciones, fueron realizados con madera de pino. 

Foto: The University of Mississippi Medical Center

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Plano del manicomio

Plano del antiguo hospital psiquiátrico. 

Foto: The University of Mississippi Medical Center

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Cementerio del campus

Investigación desarrollada en 2014 que muestra la localización de las tumbas del cementerio situado en el campus universitario.

Foto: The University of Mississippi Medical Center

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Centro Médico

El Centro Médico de la Universidad de Misisipi está situado en Jackson, en la capital del estado. 

Foto: The University of Mississippi Medical Center

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Terreno del campus

Terreno en el lado este del campus universitario.

Foto: The University of Mississippi Medical Center

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Cementerio del campus

Cementerio del campus universitario, donde se encuentran las tumbas de aquellos que donaron sus cuerpos a la ciencia.

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El Centro Médico de la Universidad de Misisipi se pregunta qué hacer con los restos mortales de hasta 7.000 pacientes del antiguo manicomio del estado de Misisipi, construido en 1855 y que funcionó hasta 1935, en unos tiempos en que se estigmatizaban ciertas enfermedades mentales como la depresión y la esquizofrenia. "No sabemos cuántos entierros hay aquí", dice Ralph Didlake, del Centro Médico de la Universidad de Misisipi, en referencia a ocho hectáreas de terreno en el lado este del campus universitario. "Las estimaciones actuales, realizadas por arqueólogos expertos, varían entre los 5.000 y 7.000 individuos", asegura. Los administradores del Centro Médico conocían la existencia de estos cadáveres, pero no en tal número, anteriores a la apertura de la escuela médica en 1955 en Jackson, la capital del estado de Misisipi. En 2014, durante el proyecto de construcción de un aparcamiento, aparecieron hasta 2.000 tumbas. El aparcamiento finalmente fue construido en otra ubicación.

Exhumar los restos del antiguo hospital psiquiátrico tendría un coste de 3,2 millones de dólares (casi 3 millones de euros) en un período de ocho años. ¿Por qué remover la tierra y el pasado de unos individuos anónimos? El Centro Médico de la Universidad de Misisipi se propone construir un edificio o monumento en recuerdo de aquellas personas que vivieron y murieron al margen de la sociedad y, además, para conservar sus restos de forma respetuosa, junto a un cementerio ya existente donde se encuentran las tumbas de aquellos que donaron sus cuerpos a la ciencia. El monumento, abierto al público, incluiría la creación de un laboratorio pionero en el país para estudiar los restos y conocer de primera mano las experiencias y afecciones médicas de aquellos pacientes.

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"Los restos humanos representan archivos y fuentes de información sobre la salud humana y la enfermedad, y sobre las experiencias vividas en el pasado, que no se pueden obtener de otras fuentes de información", declara Molly Zuckerman, una bioarqueóloga y paleopatóloga de dicha universidad. Los estudiantes e investigadores de todo el mundo podrán observar las piezas halladas, conocer las historias de aquellos individuos y, además, los descendientes podrán investigar la historia genealógica de sus antepasados.