En las profundidades

El Titanic no fue el único: los naufragios más famosos de la historia

El mar ha sido siempre para los humanos un medio a través del cual explorar el mundo, pero al mismo tiempo es un lugar peligroso. Y estos naufragios lo demuestran.

Vídeo: 12 apuntes sobre el Titanic, el naufragio más famoso del mundo

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Construido junto al Olympic y al Gigantic (que posteriormente pasó a llamarse Britannic), este barco prometía ser insumergible y así lo destacaron algunos periódicos de la época. Sin embargo, la noche del 15 de abril de 1912, cuando hacía apenas 3 horas que había zarpado del puerto de Southampton, el Titanic colisionó contra un iceberg y se sumergió en las profundidades del océano Atlántico, convirtiéndose en el naufragio más famoso de la historia. 

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Todavía a día de hoy, después de más de 100 años, la tragedia sigue rodeada de misterio. Y esa incertidumbre sobre lo que sucedió realmente aquella noche empezó a causar una tremenda curiosidad a partir de la localización de los restos del transatlántico en 1985. Desde entonces, se han producido numerosos documentales y películas, como Titanic (1997) de James Cameron, y también se han realizado expediciones turísticas para visitar el naufragio, que se encuentra a unos 600 kilómetros de la costa canadiense, y a una profundidad de 4.000 metros, aproximadamente. 

Aunque su gran popularidad acapara por completo la atención del mundo, lo cierto es que no es el único naufragio que ha habido en la historia. El mar es hermoso, y desde tiempos inmemoriales ha servido al ser humano como fuente de alimentación y como medio para explorar la Tierra, pero también es un lugar peligroso, en el que un pequeño fallo puede costar la vida. Y estas historias lo demuestran.

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Fotografía de los restos del Endurance, hundido en el mar de Weddell en 1915.

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El 'Endurance' de Shackleton

En agosto de 1914, Ernest Shackleton dejó atrás Inglaterra y se embarcó en el buque rompehielos bautizado como Endurance para emprender la Expedición Imperial Transantártica, que tenía como propósito atravesar la Antártida pasando por el polo sur. ? La distancia a recorrer en el viaje era de unos 2.900 kilómetros: desde una base en el mar de Weddell, al norte del continente, hasta el estrecho de McMurdo, al sur.

Sin embargo, en enero de 1915 el Endurance quedó atrapado en las placas de hielo del mar de Weddell, y más tarde quedó totalmente aplastado por la presión del hielo. La tripulación se salvó tras desplazarse primero sobre témpanos de hielo y después con los botes del barco.

A principios de 2022, un grupo de investigadores inició la misión Endurance22, que tenía como objetivo localizar sus restos. Y en marzo del mismo año lo lograron: el buque se encontró a unos 3.000 metros de profundidad en el mar de Weddell, en una de las zonas más remotas y frías de la tierra. 

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El 'Britannic'

El hermano pequeño del Titanic tampoco sobrevivió a la furia del océano. Este transatlántico, al que sus creadores cambiaron de nombre tras el naufragio del antecesor, no se salvó de un destino trágico. 

Cuando Gran Bretaña entró en la Primera Guerra Mundial, la Royal Navy empezó a requisar todos los buques que pudieran ser útiles: el Britannic, por su tamaño e instalaciones, podía servir perfectamente como barco hospital.

Así fue como en noviembre de 1916, la embarcación se hundió en las islas Cícladas, debido a una explosión que nunca se supo si había sido causada por una mina o por el ataque de un submarino.

Contrariamente al naufragio del Titanic, que tuvo un desenlace fatal, en este caso más de un millar de personas se salvaron.

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El 'Bismarck'

Construido en 1939 por la Kriegsmarine poco antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial, el Bismarck -bautizado así en homenaje al canciller Otto von Bismarck- fue el acorazado más grande jamás diseñado por Alemania. 

Dos años después de ser botado, en mayo de 1941, se le asignó la única operación defensiva en la que participaría: la denominada Rheinübungque consistía en atacar la navegación de Estados Unidos y Gran Bretaña en el Atlántico. Y este fue el principio de su final. 

Tras hundir el HMS Hood, la joya de la Royal Navy, tres proyectiles impactaron en el Bismarck y provocaron una fuga de combustible.

Dos días más tarde, la armada británica y la estadounidense aprovecharon la debilidad del acorazado alemán para volver a atacar lanzando torpedos, lo que supuso su hundimiento y la muerte del personal que lo ocupaba.

No fue hasta 1989 cuando el oceanógrafo Robert Ballard encontró el pecio del naufragio a unos 650 kilómetros al oeste de Brest, Francia.

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El 'HMS Terror' al mando de John Franklin

En 1813, la Royal Navy construyó una bombarda denominada HMS Terror, la cual operó durante más de 30 años y participó en varias batallas y expediciones en solitario y también acompañada de otras embarcaciones como el HMS Erebus

En 1845, se le encomendó al capitán sir John Franklin la misión de explorar a bordo del Terror una posible una ruta marítima que permitiese rodear América por el norte para llegar hasta el Pacífico: el Paso del Noroeste. Sin embargo, poco más tarde quedó atrapado en el hielo del estrecho de Victoria y ninguno de los tripulantes sobrevivió al naufragio. 

Como ha sucedido con otros, el pecio se encontró recientemente: en 2016, dos años más tarde del hallazgo del Erebus, que también había emprendido el viaje del Paso del Noroeste, la agencia medioambiental del Gobierno de Canadá confirmó la localización de los restos del naufragio del HMS Terror, en el cual murieron 129 personas.

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El 'RMS Lusitania'

El RMS Lusitania y el RMS Maruetania, propiedad de la compañía Cunard Line, fueron los buques de pasajeros más grandes del mundo hasta la botadura del Olympic por parte de la empresa rival White Star Line. 

Estos dos navíos funcionaron de forma regular y cubrieron el trayecto entre Reino Unido y Estados Unidos hasta el estallido de la Primera Guerra Mundial. Fue entonces cuando se convirtieron en cruceros auxiliares armados al servicio de la fuerza británica. 

El 7 de mayo de 1915, el Lusitania fue atacado por el último torpedo del submarino alemán SM U-20, al mando del capitán Walther C., a tan solo 18 kilómetros del cabo de Old Head of Kinsale, en Irlanda. Y tardó nada más que 18 minutos en hundirse por completo, arrastrando consigo la vida de 1198 personas. 

En verano de 2011, una expedición submarina accedió a los restos del Lusitaniaque descansan todavía en el fondo del mar.

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El más reciente: el 'Costa Concordia'

Aunque todavía no puede considerarse histórico, ya que hace tan solo 11 años de su hundimiento, el naufragio del Costa Concordia llamó la atención del mundo por haber sucedido 100 años después de la tragedia del Titanic. En 2012. 

Transcurrían las 21:42 horas cuando el capitán del Costa Concordia, propiedad de la compañía Costa Cruceros, se desvió de la ruta prevista y colisionó con una formación rocosa submarina, frente a la Isola del Giglio, en la Toscana. 

El rescate duró más de 6 horas y la mayoría de pasajeros logró sobrevivir, salvo 33 personas. La investigación concluyó con el ingreso a prisión del capitán, Francesco Schettino, quien fue condenado a 16 años por homicidio involuntario.