La pena de muerte es la máxima condena que se puede recibir por cometer un delito establecido en la legislación, y ha sido parte del sistema penal desde tiempos inmemoriales. Ya en la Antigua Roma, el acto de traición de un romano contra sus conciudadanos -'perduellio'- se castigaba con la crucifixión o la quema en hogueras; y no solo eso, sino que las ejecuciones se llevaban a cabo en público, a modo de espectáculo.
Luego, durante el siglo XVIII, fueron los franceses quienes siguieron haciendo uso de esta condena y concentraron todo su simbolismo en un elemento: la famosa guillotina. Sin embargo, en la actualidad, y como resultado de los esfuerzos por incorporar los Derechos Humanos a los sistemas de justicia, más de la mitad de los países del mundo (112) han abolido esta práctica.

guillotina
Ejecución en la guillotina durante la Revolución Francesa.
Cordon Press
Lo cierto es que numerosas fuentes -entre ellas, la ONU- han acreditado que la pena de muerte no sirve para disuadir el crimen. Además, tal y como se ha demostrado en diversas ocasiones, nunca se puede descartar el riesgo de ejecutar a personas inocentes. No obstante, en 2022 todavía existen países que la mantienen y la defienden, llamados retencionistas: concretamente 55 de 199 reconocidos por Amnistía Internacional, entre los cuales se encuentran casos famosos como los de Estados Unidos, China y Arabia Saudí, pero también otros menos conocidos como es Tailandia.
El caso tailandés: sin ejecuciones desde 2018
En Tailandia, la pena capital sigue estando vigente, aunque en los últimos 5 años no se han registrado ejecuciones. Hasta finales de 2022, 195 personas se encontraban bajo condena de muerte, según el último informe de Amnistía Internacional, de las cuales 121 habían sido declaradas culpables por delitos de drogas. Sin embargo, en un medio y largo plazo hay dificultad para medir sus datos y compararlos con otros países de la región, porque el Gobierno no suele hacer públicas las cifras.
Los recuentos muestran que, desde 2009, se han producido en Tailandia 3 ejecuciones y 704 condenas, siendo 2016 el año con el número más elevado de sentencias. Así, la gran disparidad de cifras se explica por el registro en 2022 de conmutaciones e indultos de la pena de muerte en 26 países, entre los cuales se encuentra Tailandia. Y en cuanto a los métodos, en 2003 el país asiático aprobó el uso de la inyección letal para ofrecer a los presos una muerte "más humana" que el pelotón de fusilamiento, que hasta entonces había aplicado.
Estados Unidos, la excepción de América
En 2022, la cifra de condenas a muerte y ejecuciones en Estados Unidos aumentó, pero siguió siendo de las más bajas de la serie histórica que comenzó en 1991. Aun así, se trata del único país americano que ha realizado ejecuciones en los últimos 5 años, y uno de los 15 retencionistas del continente, la mayoría de los cuales son islas pequeñas en el mar Caribe.
Durante el periodo de sesiones legislativas de 2021-2022 se presentaron proyectos de ley sobre la abolición de la pena de muerte en varios estados y a nivel federal, pero no se aprobó ninguno de ellos. De hecho, aunque todas las ejecuciones de 2022 se llevaron a cabo con inyección letal, los estados de Alabama y Carolina del Sur están intentando reincorporar métodos como la cámara de gas o los pelotones de fusilamiento.
Según los últimos datos de Amnistía Internacional, el año pasado, 21 personas fueron condenadas a muerte y 18 fueron ejecutadas bajo el amparo de un sistema judicial que históricamente ha presentado defectos en cuanto a la justa representación legal de los condenados. Por ejemplo, desde 1973 más de 191 personas condenadas a muerte en Estados Unidos fueron posteriormente liberadas tras haberse demostrado su inocencia. Y otras fueron finalmente ejecutadas a pesar de existir dudas sobre su culpabilidad.
China, la ejecutora más silenciosa
El gigante asiático se posiciona a la cabeza de los países que mantienen la pena de muerte, seguido de Irán, Arabia Saudí, Irak, Egipto y demás. Si bien su Gobierno sigue clasificando las cifras como "secretos de Estado", la información disponible señala que en China se condena a muerte y ejecuta cada año a miles de personas.
Actualmente hay 46 delitos por los cuales este país aplica la condena a muerte, que van desde el robo y el soborno hasta el homicidio intencionado y el espionaje. Y el único método de ejecución llevado a cabo en 2022 fue la inyección letal.
Arabia Saudí: 196 ejecuciones en 2022
En 2022, el reino de Arabia sentenció a 12 personas a la muerte y ejecutó a 196, aunque Amnistía Internacional cree que el recuento podría ser superior debido a la poca transparencia de las cifras. Además, aunque en febrero del año pasado el Gobierno afirmó que ya no realizaba ejecuciones por delitos cometidos por menores de edad, el Tribunal Penal Especializado ratificó las condenas a muerte de tres jóvenes de esta categoría.
Desde 2009, se contabilizan allí más de 1.300 ejecuciones, muchas de ellas respaldadas por confesiones obtenidas a través de la tortura. Y aunque los tiempos de la guillotina parecían quedar lejos, Arabia Saudí es el único país del mundo que en el último año ha aplicado el método de la decapitación para ejecutar a los condenados.