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La foto retrata a Octave Lapize, el primer ciclista en completar el ascenso al Tourmalet, el mítico puerto de montaña del Tour de Francia… aunque fuera a pie. En efecto, la dureza del puerto pilló por sorpresa a los ciclistas; Lapize finalmente se bajó de su bicicleta y terminó de subir a pie y casi arrastrándola. Al llegar a la cima, cuando recuperó el aliento se desahogó con los organizadores de la carrera: “¡Son ustedes unos asesinos, sí, unos asesinos!
Era el año 1910, la octava edición de la gran carrera gala, y los organizadores decidieron incluir retos más duros y dar protagonismo a las montañas. El periodista deportivo Alphonse Steinès fue el responsable de incluir el Tourmalet en el recorrido, a pesar de que era plenamente consciente de su dureza después de vivir una aventura que casi le cuesta la vida. Desde entonces este puerto se ha convertido en un mito del ciclismo.