Àlex Sala
Periodista especializado en Arte e Historia del Arte
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La Columna de la Victoria (Siegessäule en alemán) es uno de los monumentos más emblemáticos de Berlín. Mide casi 67 metros de altura y está coronada por una imponente victoria alada de bronce de 8’3 metros. Esta atalaya, ubicada en el Tiegarten, el mayor parque de Berlín, ofrece unas vistas incomparables de la capital de Alemania. La Siegessäule acaba de cumplir 150 años y fue erigida como un homenaje a la Alemania nacida pocos años antes del monumento, una nación forjada bajo la férrea autoridad de Prusia y sus líderes, el emperador Guillermo I y en canciller Otto von Bismark.
La unificación alemana, fraguada bajo la vocación autoritaria de sus líderes y las victorias bélicas sobre sus vecinos dotó al patriotismo germano de un triunfalismo militar y una superioridad de la que no escapó la columna. Tras la Segunda Guerra Mundial, el monumento se salvó de los que querían destruir ese símbolo de la “soberbia” alemana y en la actualidad es el marco de celebraciones tan alejadas de esa ideología original como la fiesta del orgullo gay, que cada año tiene su epicentro en la columna que una vez glosó las derrotas y la humillación de los “otros”.