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Escribir el nombre de uno mismo y de sus amigos en paredes, puertas y mobiliario urbano diverso es un juego que los niños (y no tan niños) vienen haciendo desde tiempos antiguos. Pues bien, una de estas travesuras, realizada por una niña hace dos mil años, podría ayudar a identificar a los propietarios de una lujosa villa romana de Pompeya.
Pocos días después de retomar los trabajos pospuestos por la COVID-19, los arqueólogos que trabajan Pompeya, acaban de anunciar el hallazgo de un criptopórtico (galería subterránea destinada a conectar dos estancias de un complejo mayor) en el suburbio de Civita Giuliana, a las afueras de la ciudad enterrada tras la erupción del Vesubio en el año 79 d.C.
Una majestuosa villa
La construcción estaba pintada de un negro brillante sobre el que que se dibujaron varios elementos, entre los que destaca una bella flor blanca. Los arqueólogos también encontraron el nombre de niña raspado en la pared, Mummia, que podría dar pistas sobre los propietarios de la mansión a la que pertenecía la galería: los Mummii, una poderosa familia durante el reinado del emperador Augusto (27 a.C.-14 d.C.) de la que hasta ahora no se había hallado rastro en Pompeya.

Detalle del nombre grabado en la pared del criptopórtico.
Crédito: Parco archeologico di Pompei
Otros restos encontrados en la villa
En 2018 ya se había encontrado un establo que había cobijado caballos de raza de gran valor. En este espacio se hallaron los restos de tres caballos (que permitieron hacer el molde de yeso de uno de ellos) y un rico arnés militar, lo que ya hizo pensar que la villa pertenecía a un personaje de alto rango del ejército; tal vez, como parece indicar la inscripción ahora encontrada, de la familia de los Mummii, aunque esto es todavía solo una hipótesis. Los trabajos de epigrafía que ya se han iniciado tal vez puedan aportar más datos en el futuro.

El establo hallado en 2018 con los restos de uno de los caballos.
Crédito: Parco archeologico di Pompei
Vistas al golfo
El origen de las excavaciones en la zona se remonta a inicios del siglo XX, cuando se hallaron varias habitaciones de la zona residencial y productiva de un gran complejo agrícola que según los responsables del yacimiento podría ser comparable a la célebre Villa de los Misterios. Para el director del Parque Arqueológico de Pompeya, Massimo Ossanna, "todos los elementos nos hacen pensar en una villa suburbana imponente, con vistas al mar".
La finca se encontraba en la zona conocida como "Civita Giuliana", a las afueras de la antigua Pompeya, poblada por asentamientos que respondía a la necesidad de abastecimiento (de vino, cereales, aceite...) de la región. Los arqueólogos esperan descubrir en los próximos meses más información sobre esta magnífica villa que se derrumbó en el año 79 d.C., pero que miles de años más tarde, continúa dando que hablar.